MORALIDAD
Enviado por davinchin • 9 de Diciembre de 2012 • 681 Palabras (3 Páginas) • 366 Visitas
En los hechos, hay un abismo entre lo público y lo privado y, por tanto, entre la política y la ética, o sea, una gran incoherencia entre la teoría y la práctica, entre lo que se dice y lo que se hace y entre los fines y los medios. En otras palabras, hay una moral pública, para los demás, y una moral privada, para uno mismo, lo cual afecta a la cohesión social; pero, en nombre de un realismo político, esta dualidad se justifica teóricamente a partir de Maquiavelo que ubicó la ética en una dimensión privada y la política en una dimensión social o colectiva.
Pero los discípulos de Maquiavelo olvidan que en tiempos del gran florentino no había radio, TV, ni periodistas: Bill Clinton fue quizá un buen presidente y un pésimo líder mundial; pero, ¿cómo le recordará la historia? Como el más calenturiento y escandaloso de los mandatarios estadounidenses, aunque hubo otros más promiscuos y disolutos: Roosevelt o Kennedy, cuyas hazañas de alcoba eran secretos a voces. Es que, hasta hace pocas décadas, imperaban otros códigos morales para juzgar a los hombres públicos. Hoy la gente quiere saber más sobre la vida y los milagros de sus líderes, y espera saberlo mediante los periodistas. Hoy, la realeza británica puede hacer de su trasero un candelero como parte de sus prerrogativas reales; pero siempre temerosa del escándalo mediático y del desprestigio.
Los vicios y las virtudes no son públicos ni privados, sino personales, sin importar actividades, investiduras o jerarquías. Pero el hombre es una criatura contradictoria, sin unidad ni coherencia moral: muchos dictadores y tiranos son fieles maridos y buenos amigos: se dice que Richard Nixon fue un padre ejemplar y amante esposo; pero, ¿y lo de Watergate? Para saber hasta qué punto se pueden tolerar las malandanzas privadas de un hombre público, la cuestión es determinar cómo afecta al bien general.
En un sentido kantiano, no se puede separar la conducta del hombre en esferas diferentes, pues lo ético es obrar de tal manera que se pueda dar cuenta y razón de lo hecho y defenderlo ante todos y en cualquier circunstancia. ¿Pueden los gobernantes controlar con la razón su ambición, su codicia, su arbitrariedad, y entender la autoridad y el poder como servicio? ¿Puede el poder ser ético? Lo dudo.
Sin embargo, hay una realidad que los políticos tendrán que soportar, aunque les duela: fungir de hombres públicos implica una tácita renuncia al derecho a una vida privada, tal como les ocurre a las “mujeres públicas”.
LA MORAL PÚBLICA Y LA MORAL PRIVADA
Para entender lo que es la moral pública y privada tendremos que comenzar este definiendo de manera general lo que es la moral:
La palabra moral tiene su origen en el término latino mores, cuyo significado es “costumbre”. Por lo tanto la palabra moral no acarrea por sí el concepto de malo o de bueno. Son, entonces, las costumbres
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