Mario Tamayo Sanz – Filosofía y pensamiento crítico, 30 sept. 2018.

Mario Tamayo Sanz – Filosofía y pensamiento crítico, 30 sept. 2018.

Cármides

PRIMER CUESTIONARIO (hasta 165b)

1. Cármides es caracterizado como uno de los jóvenes más queridos en la polis de su generación: brillante, fuerte, apuesto. De sus primeras frases con Sócrates podemos asumir también que es educado con los sabios y respetuoso con sus conocimientos. Cuando el joven es preguntado por su sensatez, se siente atacado, pues ni quiere parecer presumido, ni cuestionar a aquellos que confían en sus cualidades, reflejando una personalidad tanto leal como humilde.

1. La teoría de Sócrates define que es imposible cuidar de los ojos sin la cabeza, la cabeza sin el cuerpo y el cuerpo sin el alma; intentando con esto remarcar el hecho de que es imposible cuidar de las partes descuidando el conjunto.

1. Personalmente considero que sí. Aunque tener una cualidad en un aspecto concreto no signifique que tengas que tener por necesidad la capacidad de transmitirla o explicarla, es igual de cierto que aquel que no posee una cualidad en cuestión será más torpe e ineficaz a la hora de explicarla y conocerla.

1. En un principio sensatez es definida por Cármides como una forma de tranquilidad, de sosiego y precaución, lo cual es puesto en entredicho por Sócrates, que señala cómo en muchos aspectos es lo contrario a la tranquilidad, el dinamismo y la velocidad, lo que define a la sensatez.

Después, sensatez es identificada con el pudor por el joven, afirmación que también levanta problemas, pues lo pudoroso puede ser tan bueno como no bueno, mientras que la sensatez hará sin excepciones bueno al hombre.

Sensatez es definida en tercer lugar con la expresión “ocuparse de lo suyo”, haciendo referencia a que es sensato aquel que se dedique únicamente a sí mismo. Sócrates desestima esto rápidamente pues, ¿acaso sería mejor una polis en la que todo el mundo se encargase de tejer su ropa, confeccionar sus zapatos o elaborar sus vasijas?

Critias, autor original de la expresión indicada acaba interviniendo en la conversación para defender su concepción de sensatez, matizando que esta sólo se da al ocuparse de buenas obras, y finalmente, al conocimiento de uno mismo.

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