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Metafisica


Enviado por   •  20 de Octubre de 2012  •  7.324 Palabras (30 Páginas)  •  374 Visitas

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Ensayo sobre la asignatura Metafísica

Título : sobre la posibilidad de una convergencia entre los horizontes de la antropología filosófica y de la metafísica.

Introducción

En este ensayo comenzaremos por poner de manifiesto algunas de las perplejidades a las que nos conduce la problemática metafísica . Trataremos de poner de manifiesto el carácter meramente aparente de algunas de las aporías que se plantean en la historia de la metafísica . La intención fundamental es proponer un nuevo punto de vista que parta de la constatación de los presupuestos antropológicos del principio de razón suficiente .El mismo se realizará haciendo primero una breve referencia al problema del ser , para luego mostrar, según análisis llevados a cabo por Max Scheler en su libro El puesto del hombre en el cosmos , los presupuestos antropológicos del principio de razón suficiente. Una vez realizada dicha constatación queda allanado el camino para el establecimiento de un punto de vista convergente entre la metafísica y la antropología filosófica , dicho punto de vista toma la forma de una metafísica antropo-ontológica y se resume en una serie de tesis fundamentales que han de plantearse a lo largo de este trabajo .Estas tesis se refieren al modo en el cual acaece el conocimiento en general , y sobre todo, al modo en el cual una especie determinada _ el ser humano _ se relaciona con el ser . Sin tener en cuenta eso es imposible tener , desde nuestro punto de vista , una comprensión más o menos adecuada de la problemática del ser . En este ensayo se realizará una deducción antropológica de las categorías metafísicas no a los efectos de reducir la metafísica al ámbito de la antropología filosófica, sino para mostrar cómo es posible mostrar una relación de correspondencia entre algunos de los conceptos fundamentales de la ambas ramas de la filosofía.

Nudo o cuerpo

I Introducción al tema

Tal vez no hay mejor forma de comenzar este escrito que la siguiente reflexión de Aristóteles: “…en todas los casos la ciencia se ocupa fundamentalmente de lo primero , es decir , de aquello que las demás cosas dependen y en virtud de lo cual reciben la denominación (correspondiente) . Por tanto , si esto es la entidad, el filósofo deberá hallarse en posesión de los principios y causa de las entidades. ”[1]

Y eso es lo que ha hecho la filosofía a lo largo de la historia, ocuparse de los principios y causa de las entidades . Si pensamos en los albores mismos de la filosofía , vamos a ver que , dentro del contexto de un pensamiento cosmogónico , los filósofos buscaban el arké o primer principio de la naturaleza , encontrando distintas respuestas según cual fuera la naturaleza de su pensamiento filosófico ; pero lo decisivo es que , en todos los casos , estos pensadores tenían en cuenta la diferencia existente entre este primer principio y el resto de los elementos de la naturaleza. Esto ya plantea problemas significativos que parecen no tener solución. Se trata, ni más ni menos que del hecho de que , como bien lo dice Edgar Morin, “los explicantes últimos no pueden ser explicados ”[2] . Se da entonces una situación según la cual aquello que lo explicaría todo no puede ser susceptible de explicación . Veremos eso al analizar uno de los problemas fundamentales de la metafísica : el problema del ser, tal como éste se planteara en algunos de los momentos de la historia de la filosofía . La idea de este ensayo es usar ese problema como hilo conductor para desarrollar una nueva manera de entender a la filosofía , basado en la fusión de horizontes de la metafísica y de la antropología filosófica.

Comencemos por examinar algunas notas fundamentales del concepto del ser tal como éste se presentara ya en Parménides . Este filósofo subraya en todo momento la oposición ente el ser y la nada , oposición que fuera relativizada por Hegel mucho tiempo después [3]. Para Parménides el verdadero pensamiento , la verdadera vía es la que se ocupa del ser , esa es la vía que conduce al conocimiento verdadero , en tanto que de la nada nadie debe ocuparse, puesto que nadie debe ocuparse de lo no- ente, ya que “no es decible ni pensable que no es. Pues ¿Qué necesidad le habría impulsado a nacer después más bien que antes , si procediera de la nada ? . De modo que es necesario que sea absolutamente o no.”[4]

Este aforismo resulta muy importante puesto que no sólo impugna la nada ( o el no ente) , sino que prefigura , aunque más no sea de un modo vago , una de las formulaciones del principio de razón suficiente: el que afirma que de la nada , nada se crea. Volveremos sobre este punto más adelante , cuando veamos los presupuestos antropológicos del principio de razón suficiente; por el momento nos concentraremos en otro punto fundamental del pensamiento de Parménides. La idea de que el ser es uno. Esta idea puede encontrarse ya en el pasaje anteriormente anticipado , cuando dice que “lo ente es ingénito e imperecedero , pues es completo, inmóvil y sin fin . No fue en el pasado , ni lo será , pues es ahora todo a la vez , uno, continuo….”[5] La misma idea puede encontrarse en el fragmentos 348 , cuando dice : “ …pues es todo igual : ni hay más aquí , esto impediría que fuese continuo , ni menos allí , sino que está todo lleno de ente . Por tanto, es todo continuo , pues lo ente toca a lo ente .”[6] Ambas ideas : la de la no existencia de lo no ente y la de que el ente es uno aparecen juntas también en este pasaje : “…puesto que tampoco es lo no ente que le podría impedir alcanzar lo homogéneo , ni es posible que lo ente sea aquí más y allí menos que lo que es , pues es todo inviolable , puesto que , siendo igual a sí mismo por todas partes , está uniformemente dentro de sus límites . ”[7] En realidad ambas ideas están siempre indisociablemente unidas; pero en lo que hace al orden de aparición, podría decirse que la idea de la unidad del ser es expresada incluso antes que la idea que afirma que es lo mismo pensar que ser . Al menos esa es la impresión que produce el hecho de que el primer aforismo expresado después del proemio sea el siguiente : “Me es igual dónde comience ; pues volveré de nuevo allí con el tiempo ”. [8] Esta es una afirmación que afirma , fundamentalmente , la unidad del ser. Se trata de una idea que va a dejar su impronta en la historia de la filosofía , pero que también va a tener sus detractores. Podemos mencionar , entre estos últimos a Camus , quien sostiene al respecto que “ …si salvando el abismo que separa el deseo de la conquista , afirmamos con Parménides la realidad del Uno (cualquiera que sea ) , caemos en la ridícula contradicción de un espíritu que

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