Mi Ensayo
Enviado por erivass • 22 de Octubre de 2012 • 397 Palabras (2 Páginas) • 232 Visitas
Era el dueño y señor de los campos que lo rodeaban, del valle que había entre los Quantocks al este y los montes Brendon al oeste. Sus tierras se extendían hacia el sur y colindaban con las de su cuñado, Gabriel Cynster. El límite norte se extendía ante él, más allá de la colina. Cuando su castrado moteado gris, Tormenta, coronó la cima, Charlie tiró de las riendas y se detuvo, mirando hacia delante pero sin ver en realidad.
El aire frío le acarició las mejillas. Con la mandíbula tensa y la expresión impasible, volvió a pensar en las tazones que lo habían conducido hasta allí.
Había heredado el condado de Meredith tras la muerte de su padre varios años atrás. Esa fecha había marcado un antes y un después en la vida de Charlie. A partir de entonces había tenido que capear los infructuosos intentos de las damas para echarle el guante. A los treinta años era un rico conde soltero que hacía babear a las implacables casamenteras. Pero tras una década alternando con la flor y nata de la sociedad, se conocía todos los trucos. Una y otra vez escapaba de las redes que las damas le tendían, algo que, además, disfrutaba haciendo.
Pero incluso para lord Charles Morwellan, octavo conde de Meredith, el matrimonio era un destino del que no podía escapar.
Aunque no había sido eso lo que finalmente le había hecho tomar una decisión.
Hacía casi dos años que sus mejores amigos, Gerrard Debbington y Dillon Caxton, se habían casado. Ninguno de los dos había estado buscando esposa, ni habían necesitado casarse urgentemente, pero el destino había jugado sus cartas y los dos habían acabado frente al altar. El propio Charlie había estado allí con ellos y sabía que sus amigos habían estado felices de casarse.
Ahora, tanto Gerrard como Dillon eran padres.
Tormenta se removió inquieto. Charlie le palmeó el cuello con aire distraído.
Vinculados al poderoso clan Cynster, Gerrard y Dillon junto a sus esposas, Jacqueline y Priscilla, y él mismo se habían reunido como siempre habían hecho después de Nochebuena en Somersham Place, la residencia principal de los duques de St. Ives y hogar ancestral de los Cynster. La numerosa familia Cynster y sus muchas amistades se reunían allí dos veces al año: en agosto en la llamada «Celebración de verano» y de nuevo en las vacaciones de Navidad, cuando se juntaban con ocasión de dichas fiestas.
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