Monólogo sobre La Sociedad del espectáculo

MONÓLOGO SOBRE LA SOCIEDAD DEL ESPECTÁCULO

Te invito a que ingreses tu Instagram y empieces a mirar historias, estoy casi seguro que no pasarán más de 5 perfiles sin que por lo menos uno te intente demostrar a ti y a sus demás seguidores, lo feliz, bohemio, culto, comprometido con una causa, despreocupado, sensible o hermoso que es; sí, así como si se tratara de un espectáculo en el que se busca ser el acto principal o por lo menos, tener algo de atención.

Ya sé que algunos dirán: “Pues sí, a fin de cuentas para eso están las redes. No hay nada de malo en eso.” Otros, que se sientan más “despiertos”, con muchas comillas, dirán: “Así es, Instagram es un chiste de mal gusto, la gente es adicta a los likes” e irán a Twitter a hacer pseudo-reflexiones solo para disfrutar de la atención que le presten a su comentario. A  pesar de la diferencia entre ambos comentarios, resulta que ambos y, de hecho todos nosotros, tenemos algo en común, y es que hacemos parte, o más bien, somos esclavos, de El Espectáculo.

Bienvenidos, a la Sociedad del Espectáculo.

En 1967, Guy Debord escribiría uno de los libros que más ha criticado a la sociedad de aquel entonces, irónicamente, aplica mucho mejor en nuestros días que en su fecha de creación. En su obra, “La Sociedad del Espectáculo”, Debord advierte sobre una sociedad en donde las cosas ya no son vividas directamente, sino que son vividas a través de imágenes o mejor dicho, a través de la contemplación;Creer conocer a un influencer a través de su canal de YouTube, buscar aprobación social en redes sociales en vez de fortalecer la relación con tus amigos en la vida real o ver perfiles de Tinder en vez de salir a conocer personas, son solo algunos ejemplos de esto; y sí, estoy consciente que soné como tu tío cascarrabias, pero ambos sabemos que es verdad, nada de esto es completamente real, únicamente estamos viendo perfiles de internet, no personas.

Hoy, no voy a hacer una reseña teórica del libro pues, hay varios videos que lo hacen a la perfección, sino que hablaré de cómo su contenido se ve plasmado en el tipo de sociedad en que actualmente vivimos la mayoría de nosotros.

1. Presionados a participar: (Va subiendo la agresividad) “¡Mira, una foto de Alejandro en la playa! de seguro que tiene bastante dinero, además, mira el cuerpazo que tiene; de seguro te gustaría ser así también ¿tienes algo de envidia? No importa, escríbele un comentario larguísimo en el que lo felicites por lograr sus metas y le expreses cuánto lo quieres para que así la gente vea lo buen amigo que eres y también recibas algo de la atención que él está obteniendo. ¡Oh, mira. Carla está en la Comic Con, con sus amigas, ¿no te importa? Da igual, dale like. ¡Una organización que no te importa y con la que tampoco coincides, está promoviendo algo a lo que no le vas a prestar atención, pero está siendo viral! ¡Dale like, para que vean lo buena persona que eres! ¡Muestrale al mundo lo feliz que eres, no me importa que estés sumido en la depresión! ¡Vamos! ¡Da like! ¡Comparte! ¡Sube contenido!”

Todos hemos escuchado la frase “Si no estás en redes, no existes”, frase que si bien podríamos pensar que hace parte del berrinche de un puberto de hace 10 años, hoy, es una realidad que hasta tu tía la de las Fakes News tiene interiorizada. Y yo sé que actualmente es casi una necesidad tener redes como Whatsapp o Instagram para estar medianamente comunicado con tu círculo social, sin embargo, esto va un poco más allá. Nadie muestra cómo es realmente a través de redes sociales, únicamente mostramos la imagen que queremos proyectar. ¿Quieres demostrar lo comprometido que eres con X movimiento social? está bien, comparte posts alusivos a eso aunque no estés realmente de acuerdo o no sepas ni siquiera los ideales que defienden ¿Quieres ser un chico o una chica mala a pesar de que no te dejen salir después de las 4 pm? Pues en internet puedes aparentarlo, sólo comparte las mismas publicaciones y tipos de fotos de los demás supuestos chicos malos de tu red social de preferencia ¿Qué, acaso lo tuyo es parecer un chico bueno y caballeroso a pesar de ser un patán? Relájate, solo sube videos a Tik tok diciendo cosas que suenan lindas e irreales, no importa que sea la copia de la copia o que sean cosas absurdamente sobre-analizadas para sonar bien. En Twitter, Instagram, etc. puedes ser quién tú quieras, únicamente, debes aprender a parecer en lugar de ser, lo que me lleva al siguiente punto.

1. La degradación del hombre: Debord habla de 3 etapas en las que la dignidad del hombre se deteriora hasta unicamente valer por lo que aparenta ser ante las gentes: La primera, es el Ser, es decir, que el hombre es su esencia, tiene valor por el mero hecho de ser humano sin importar lo rico o pobre que sea económicamente hablando, o sea, lo que la mayoría de personas predican pero no aplican; la segunda etapa, surge de una degradación de la primera, es el “tener”, aquí, el hombre es lo que posee, únicamente vale por las riqueza material que tenga a su nombre, es decir, clasismo puro; por último, está la etapa actual, el parecer, donde lo único que importa, es que las personas crean lo que tú quieres que crean. No importa si no tienes dinero, lo importante es que los demás te vean con lujos de pseudo-millonario; no importa que estés pasando por una crisis marital, es más valioso subir fotos con tu pareja en la playa; no importa que te quedes sin dinero para tus necesidades, lo realmente importante es tener ese celular de moda; ¿qué más da que tengas depresión? Lo que realmente la gente quiere ver es que a pesar de todo sigues yendo a trabajar.

Esperen…¿No, notan un patrón en esos ejemplos? Exacto, todo este espectáculo está dirigido al consumo. En realidad, la Sociedad del Espectáculo es la justificación de los fines y condiciones del sistema existente, un sistema, que se basa en el aislamiento y el individualismo, un sistema que busca el avance técnico a cualquier costo, un sistema que nos venden la idea de un avance infinito en un mundo con recursos finitos; en fin, un sistema, que justifica la explotación con el consumo que es fruto de esa explotación y ¿ saben qué? ni siquiera las relaciones interpersonales se escapan de eso; constantemente vemos que nos dicen “mira lo felices que podrían ser tus amigos y tú si van X restaurante o bar” o “Mira lo romántico que sería viajar con tu pareja a tal lugar”. Pero ¿Por qué aceptamos todo eso?

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