NO EXISTE, NO SE MUESTRA
Enviado por Nabayona • 25 de Abril de 2014 • 824 Palabras (4 Páginas) • 168 Visitas
“NO EXISTE, NO SE MUESTRA”
Durante el transcurso de la historia se ha visto que la mujer es tratada de forma inferior, no se le da el verdadero valor, solo en una época de la existencia humana la mujer ha tenido el “control” en el paso de la era paleolítica como se entiende; en ese entonces era una sociedad matriarcal es decir el poder para las mujeres, eran nómadas, existía la poligamia, se empezaban a usar la piedras y los garrotes, es decir una era primitiva. (1)
Al pasar de los años el sexismo se vio cada vez más marcado haciendo que en esta nueva época o era, la mujer fuera tomada como ser inferior, en el caso de Aristóteles “La mujer es un hombre imperfecto” (2) aunque Aristóteles aporta en el ámbito científico, astronomía y lógica, se daba una superioridad auto complacida sin muchos fundamentos, pues las mujeres tienen el mismo intelecto, poseen una gran capacidad de razonar y también se encuentra una igualdad de fuerzas, etc.
En las épocas pasadas las únicas labores de las mujeres eran: Cumplir con los oficios del hogar, cumplir con la crianza de los niños, eran entrenadas desde un principio por su madre para casarse, sin derecho a la educación, y siguiendo fiel mente las ordenes de su esposo, con miedo a refutar o a protestar o sin ver esto necesario pues “esta era la vida que merecían”.
Probablemente la sumisión que presentaban las mujeres, en esta época hacían creer a estos “intelectuales” que las mujeres no eran capaces de razonar, de hablar o simplemente de hacer o cumplir “acciones de hombres”
En la Polis se formaba el hombre en todo su intelecto y su perfección, en esta política, nunca entraba la mujer, ¿un ente quizá?, ¿ser sin valor o poco raciocinio?.
En la política de este gran hombre encontramos que la familia y la ciudad comparten muchas veces rasgos metonímicos como:
“con arreglo a esta concepción, no hay diferencia entre una gran casa y una pequeña ciudad” (3)
¿La mujer es invisible? No se le ve en ninguna de sus políticas, el todo y la parte se confunden aquí y surge una gran pregunta ¿el lugar de la mujer? ¿En la ciudad? ¿Hace parte de la familia?
O simplemente al decir casa, estamos hablando de la mujer, pues esta es su ocupación
Aristóteles aclara que ambos géneros son miembros de la misma especie como pares e impares son ambos números. Llama la atención el carácter de la analogía, ya que, si hubiéramos de ser fieles a la misma, cabría concluir (a) que los pares (o los impares) son superiores respecto de los otros números (esto es, su clase complementaria), o (b) que varones y mujeres no se relacionan jerárquicamente, sino que se complementan sin que ello implique la superioridad-inferioridad que se pretende. Sin embargo, Aristóteles habitualmente tan cauto en estas cuestiones, insiste en que el macho está mejor dotado que la hembra para el
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