Necrofilia
Enviado por • 23 de Octubre de 2012 • 942 Palabras (4 Páginas) • 602 Visitas
LA VIDA SE HA CONVERTIDO EN MUERTE
Se puede morir de muchas maneras; súbitamente, lentamente, tanto físicamente como espiritualmente. Una de las peores formas de morir es de forma lenta, casi agónica que se produce cuando la falta de incentivación, de estímulos y la falta de motivos para vivir, por las causas que sean, anidan en nuestra vida. Esa actitud da como resultado perder el sentido de la vida y cuando se ha perdido el sentido de la vida, cuando el vivir es un mero pasar de las horas, cuando esas horas están
plagadas de sufrimiento, de añoranzas, de preguntarse "¿por qué?" sin hallar nunca respuesta... uno empieza a morir en su espíritu. y ese cuerpo, que contiene ese espíritu debilitado, también se enferma, y comienza el proceso de la muerte total.
Cada día que vivimos algo muere en nosotros. Vamos perdiendo progresivamente la fe ciega en muchas cosas. Mueren las amistades, mueren los amores, mueren las esperanzas y mueren los deseos. Mueren millones de cosas, cada día, poco a poco y muchas veces de forma imperceptible. De algún modo todas esas muertes nos transforman, nos vuelven más indiferentes, más cínicos ante todo. Es muerte puede crear personas amargadas que ya no creen en nada y a quienes todo da igual. Pero existe la superación de uno mismo mediante la muerte.
Pareciera que con el tiempo van muriendo las época de las emociones fuertes y las ilusiones de la amistad y el amor. En cierto sentido parecen haber muerto muchas cosas. Ya no se ven ciertas cosas como se veía antes, ni los sueños de futuro que muchas veces parecen truncarse,
las mil frustraciones que se van acumulando con el paso de los años y se quedan clavadas en el corazón pensando que la vida es un asco y que nada vale la pena .
A veces ya no me importa morir, puesto que se piensa que se ha vivido todo. La amistad, el amor, las emociones fuertes, mil fiestas, viajes, libros, canciones, muchas personas conocidas, y otras muchas anécdotas vividas. A veces parece que ya no hay mucho más por ver o por vivir, que todo lo pasado fue mejor. .
Poco a poco nuestras obligaciones y frustraciones nos van amargando, hacen que muramos lentamente.
El ser humano cuando actúa lo hace sintiendo al mismo tiempo, y pensando y
trascendiendo para sí mismo y de sí mismo. Es un error pensar que una persona se puede aislar y actuar sólo desde la racionalidad como si no existieran sentimientos y como si sus actos no trascendieran hacia los demás y como si los “demás” no tuvieran sentimientos.
El amor por la muerte puede partir por una parte el deseo: el deseo es una falta, un anhelo, un sentimiento de imperfección ante la ausencia de algo que anhelamos si ese anhelo no se cumple se vuelve tan doloroso que la muerte se puede llegar a contemplar como un consuelo. Y por otra parte, la perfección que al
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