Neoclasicismo

Neoclasismo.

El neoclasicismo fue el movimiento de origen francés cuya aparición puede fijarse a fines del siglo XVII, y su auge en el siglo XVIII. Surge en contra de las exageraciones del Barroco y tratando de imitar las producciones grecolatinas. Se forma con elementos renacentistas y los aportados por el neoclásico.

Las características predominantes durante esta corriente fueron: la razón ejerce su imperio en todos los aspectos de la vida, incluyendo el artístico, afirmaban que para que algo fuera bello, debía ser razonable, por lo que el sentimiento, la imaginación y la fantasía fueron consideradas secundarias. La obra literaria debería de ser lógica, equilibrada, con tendencias didácticas, y, sobre todo, sujetarse a reglas. Los modelos a seguir tenían que ser de la antigüedad clásica, el estilo impersonal y realista; el paisaje y la naturaleza son objetivos y nada tienen que ver con las emociones del artista.

Estas características trajeron como consecuencia una clara reglamentación tiránica a la que se sujetaron los artistas y que recibió el nombre de buen gusto, expresión sinónima de corrección académica por lo que no tuvo en cuenta lo humano sino que redujo todo a la medida, al cálculo. Las obras literarias destacan el cuidado del estilo para que sea noble, elegante y pulido, rechazando cualquier término extranjero por lo que tenía tendencia aristocrática porque las obras eran dedicadas a la clase privilegiada.

Las letras tuvieron un lugar muy especial pues se les consideraba como las directoras principales de la cultura por lo que tienen la protección del Estado.

Se depura el idioma a fin de terminar con extranjerismos por lo que se funda la Real Academia Española de la Lengua (1713); se escriben el Diccionario de Autoridades y La Enciclopedia. Influye en esta corriente el filósofo y matemático Renato Descartes (1596-1650) quien con su obra El Discurso del Método exalta la razón y la claridad: la razón sobre el sentimiento será la consigna del neoclasicismo.

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