Nietszche Y La Historia

En los capítulos 2 y 3 de Historia, memoria y olvido. La segunda consideración intempestiva de Nietzsche: sobre la utilidad y perjuicio de los estudios históricos para la vida, el autor describe los tres modos en que la historia sirve a los seres vivos. A estos modos, los llama: historia monumental, anticuaria y crítica.

Estas tres formas miran al pasado, miran hacia atrás para servir a la vida, no sólo de un individuo, sino de un pueblo o de toda la humanidad. Es decir, son modos de usar el pasado en función del presente. La historia “monumental” lo hace para tomar aliento y alcanzar alguna meta, alguna dicha, y obtener así la ventaja de escapar de la resignación. Ya que extrae la idea de que alguna vez lo grande existió y puede por lo tanto volver a existir. Cuando, según el autor, “lo monumental no debe nacer otra vez, y para esto sirve precisamente lo que posee la autoridad monumental del pasado” (página 59). Pero actúa dejando de lado en lo posible las causas y se transforma en una colección de efectos en sí. Engaña, pues, a través de analogías, y disfraza el odio contra su propio tiempo.

La historia “anticuaria” también mira hacia atrás, con amor y veneración, a fin de conservar las condiciones del pasado para el porvenir. Su campo de visión es limitadísimo ya que “únicamente es capaz y entiende de conservar la vida pero no de cambiarla” (página 64), y desestima lo cambiante. Al igual que la historia monumental, desprecia su propio tiempo.

La historia “crítica” mira también hacia atrás pero para destruir y liberarse del pasado ya que “todo pasado es digno de ser condenado” (página 65).

Pero, a pesar de las ventajas de cada una, tienen también en común que en exceso pueden dañar lo viviente. La primera, si domina a las otras dos, produce que grandes partes del pasado se olviden. La segunda, considera a todo de igual importancia. Y la tercera, porque cree que es posible liberarnos de las pasiones y errores de generaciones anteriores. Dice Nietzsche:

“Cada uno de estos modos de hacer historia se justifica únicamente en un suelo y bajo un único clima, mientras que en cualquier otro crece como una mala hierba que es capaz de asolar todo a su paso.” (página 59)

Estas tres formas de ver la historia deben hallarse equilibradas porque el exceso de una de ellas podría dañar lo viviente o, en lugar de servir a la vida, servirse a sí misma.

Prof. María Luisa Lascano

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