Novela de vida.

NOVELA

Llegamos al piso de hospitalización y nos dirigimos con la enfermera, pedimos de favor que nos dejara hacer una visita a un paciente y ella amablemente aceptó. Caminando por el pasillo notamos un oficial de policía a los lejos, quien hizo evidente que la persona que estábamos por conocer provenía de una prisión. Cuando entramos al cuarto vimos un hombre desorientado, con cicatrices en las piernas, y un rostro de incertidumbre notable. Daba la apariencia de haber pasado por una vida difícil. A simple vista no pudimos no pudimos identificar su condición; nos presentamos como estudiantes de medicina y fue en ese momento en el que conocimos a Martín, quien fue muy atento al escucharnos, aún ante su dificultad para articular palabras, sus ganas de platicar fueron evidentes. Nos contó como fue su experiencia al sufrir el accidente: recuerda que estaba recostado en su cama en una celda, todo era tranquilidad y silencio cuando bruscamente notó que todo a su alrededor comenzaba a moverse y él junto con ello, atemorizado decidió ponerse de pie e intentar pedir ayuda, sin embargo no pudo ser posible pues un fuerte dolor de cabeza comenzó a nublar sus ideas y con ello sus fuerzas de gritar y clamar por auxilio se esfumaban, todo terminó con un interminable vómito. Después de este acontecimiento solamente recuerda despertar postrado en la cama de algún hospital desconociendo donde se encontraba y que día estaba viviendo. El diálogo continuó y nos platicó un poco de su vida personal: Martín se dedicaba a la agricultura para sobrevivir ya que tenia una familia formada por su pareja y sus dos hijos y vivían en Durango. Fue allí donde Martín fue arrestado por primera vez hace seis años ya y durante los cuales ha perdido contacto con su familia. Sorprendidos por su situación, preguntamos contaba con alguna persona o amigo que lo frecuentara durante su estancia en la cárcel o que estuviera al tanto de su condición actual. Tristemente nos dimos cuenta que no era el caso. Durante su larga estancia en prisión en Durango tuvo un inconveniente médico por lo que fue trasladado al Hongo en Tecate, donde posteriormente sufriría el accidente que lo llevó a la cama donde se encontraba. A pesar de estar hospitalizado, Martín daba la impresión de tener una sensación de alivio, además que nos comentó que a lo largo de su estancia en el Hospital General ha recibido un excelente trato de parte de las enfermeras y médicos, quienes lo tienen al tanto en sus comidas diarias y muestran amabilidad hacia él. Expresó que se siente cómodo en el lugar en el que está, a pesar de que sus condiciones físicas no son las mejores. En pocas palabras, Martín ve en su hospitalización un escape a la vida que el mismo se formó en base a los errores que cometió, a los tratos que recibe en prisión, a esos pensamientos que lo torturan al recordar a su familia. Si bien este sentir será pasajero, le sirve para pensar que es lo que ha hecho mal y reflexionar acerca de lo que hará en la siguiente oportunidad que la vida le brinde para ser mejor y no caer en los mismos errores.

...