Nsayo Politicas Publicas
Enviado por millaraycamila • 12 de Noviembre de 2013 • 388 Palabras (2 Páginas) • 277 Visitas
Lo que Guillebaud observa como traición, Rosanvallon lo sostendrá como una nueva cuestión social. Aclare las distinciones construyendo una constelación crítica que contenga
a) La noción de semejanza
b) La noción de yuxtaposicion
c) Las contradicciones que emergen en lo anterior
d) Los argumentos que posibilitan observar estos enfoques
“El mundo a perdido sus polos, sus centros, sus gendarmes, sus coherencias. En todos lados estallan violencias locales, autónomas, frente a las cuales las antiguas tutelas atómicas son mas inoperantes que fusiles de madera” (Guillebaud, J; 1995, p.12)
Guillebaud, reconoce el presente, como un presente duro que esta en los hombros de los excluidos, las minorias, quienes son los nuevos esclavos de la sociedad y sin duda han provocado un germen de inseguridad que se creía olvidado. Luego de la posguerra, el mundo ya no esta divido en dos, sin embargo, esta “unidad mundial” que se conformaba bajo sistemas democráticos y que garantizarían la paz social, quedan solo en palabras, y más bien la realidad refleja una fragilidad democrática
Pocos años después de la caída del comunismo, un extraño malestar ataca a la modernidad democrática. Triunfante en los hechos, ésta disimula, bajo la intrepidez conquistadora de la globalización, un sentimiento de vacío, de agotamiento, de duda. La universalidad de la Ilustración, de la que Occidente se piensa depositario, no ejerce más el mismo poder de atracción. Ni hacia adentro ni hacia afuera. Por todos lados se manifiestan rechazos, revueltas, quejas que no se pueden poner exclusivamente en la cuenta del oscurantismo o del fanatismo. Todo ocurre como si algo no funcionara más en el modelo que encarnamos. ¿La herencia de la Ilustración estaría obsoleta? ¿Sería criticable? Este libro querría mostrar que no lo es para nada. Si la modernidad es recusada, si es vivida como un sufrimiento, no lo es porque encarne a la Ilustración sino porque la traiciona. Los valores llamados occidentales no son los cuestionados sino la inconsecuencia con la cual, sin cesar, nos alejamos de ellos. Una infidelidad raramente confesada pero que corre, como un hilo rojo, detrás de los grandes debates contemporáneos. De los revisionismos hipócritas a las tiranías del dinero, del humanitarismo extraviado al conformismo mediático, del cientificismo arrogante al individualismo enloquecido: esta traición a la Ilustración no es sólo una falta. Es una imprudencia.
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