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OBJECIÓN DE CONCIENCIA Y DESOBEDIENCIA EN LA MILI ESPAÑOLA. PERSPECTIVAS.


Enviado por   •  7 de Mayo de 2013  •  2.180 Palabras (9 Páginas)  •  510 Visitas

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Por: José Miguel Rojo Martínez.

4º ESO B, Educación Ético-Cívica.

HISTORIA DEL SERVICIO MILITAR.

Hasta la llegada del primer rey Borbón Felipe V en 1704, el ejército se nutría de soldados procedentes de las clases más bajas de la sociedad, vagos, mendigos y marginados eran reclutados para una guerra concreta a cambio de una paga llamada soldada y en ocasiones además de los botines obtenidos con la toma de poblaciones.

Felipe V dispuso de un ejército permanente para servir al rey mediante el sistema francés de las quintas que consistía en reclutar mediante sorteo a uno de cada cinco jóvenes en edad militar.

En aquel entonces el servicio militar duraba 15 años, el soldado había de tener entre 18 y 40 años, ser católico apostólico y romano, medir al menos 1,40 metros de altura y quedaban excluidos mulatos, gitanos, verdugos y carniceros, según reza en las Reales Ordenanzas que estableció su hijo ya siendo rey Carlos III.

Las Cortes de Cádiz promulgaron la Constitución de 1812 sustituyendo la expresión de "servir al rey" por la de "servir a la nación" y entendiendo el Servicio Militar Obligatorio como un deber constitucional.

En 1878 la Iª República abolió la obligatoriedad pasando a ser la edad militar de entre 18 a 30 años, voluntarios retribuidos y se dispuso de una ley de movilización de reservistas para caso de guerra.

Durante la guerra civil (1936-1939) se movilizaron muchas quintas, la más famosa la del Biberón formada por jóvenes entre 16 y 18 años que al finalizar la guerra entraron en quintas y tuvieron que hacer la mili.

Finalizada la guerra civil, la ley de 8 de Agosto de 1940 eliminó la diferencia de clases, cuotas o sustitutos, estableciendo un servicio militar sin distinción en la que los mozos de 19 años quedaban afiliados en su ayuntamiento, al año siguiente pasaban a la Caja de Reclutas de su provincia para ser sorteados, estableciéndose un periodo activo de 2 años.

Se permitía quedar exento a quien demostrara ser el sustento de su familia (hijos de viuda, padres de familia), los estudiantes podían pedir prórrogas hasta los 27 años. Quienes tuvieran 3 años de carrera o finalizada podían realizar previa superación de un curso de formación su servicio militar repartido en dos años como alférez o sargento de la escala de Complemento.

El 1968 se estableció el servicio activo en 16 meses para los soldados obligatorios y en 20 meses para los voluntarios que por tal motivo se les permitía escoger destino y adelantarla a los 18 años. En ambos casos una vez licenciado se pasaba a la reserva hasta cumplir los 49 años.

En los años 70 se dieron los primeros casos de objeción de conciencia normalmente a cargo de Testigos de Jehová los cuales eran encarcelados. En 1984 se estableció el Servicio Civil Sustitutorio que doblaba en el tiempo al realizado en el Ejército que se estableció en 1 año y el pase a la reserva hasta cumplir los 34 años.

La permisividad legal, que realizaron los socialistas de González, al no perseguir a los insumisos facilitó el incremento en el número de objetores de conciencia pasando por ejemplo de los 130.000 de 1997 a los 144.823 del año siguiente, cifra superior a la de reclutas.

El 18 de Mayo de 1999 el gobierno de Partido Popular presidido por José María Aznar decretó la suspensión, que no la anulación, del Servicio Militar Obligatorio y de la Prestación Social Sustitutória.

Objeción de conciencia-Desobediencia Civil en el Servicio Militar Obligatorio en España.

Para adentrarnos en el análisis específico de la desobediencia civil y la objeción de conciencia en el plano del Servicio Militar español, es conveniente, primero realizar una definición de ambos términos, tomando como posteriormente reflejo la de desobediencia civil del político socialista Gregorio-Peces Barba que realiza una “obra de cabecera” sobre el estudio de este fenómeno, que hemos estudiado a través de la figura de Rosa Parks en clase.

Por objeción de conciencia se entiende la actitud de quien se niega a obedecer una orden de la autoridad o un mandato legal invocando la existencia, en su fuero interno, de una contradicción entre el deber moral y el deber jurídico, a causa de una norma que le impide asumir el comportamiento prescrito. Puede basarse la objeción en particulares convicciones filosóficas, religiosas, morales, humanitarias o políticas y venir referida a conductas de muy variada naturaleza: la guerra, la violencia, el juramento, el servicio militar, el pago de determinados impuestos, el cumplimiento del ideario de un centro de enseñanza, la colaboración en prácticas abortivas legales, la venta de anticonceptivos, la propia asistencia sanitaria o, incluso, la sanción de determinadas leyes por quien ostenta la Jefatura del Estado.

“Se suele decir que la desobediencia civil es el género, y la objeción de conciencia una especie dentro de ella. Probablemente con ese criterio, que acepto en parte, se han vinculado, pero existen también muchos elementos de diferenciación que trataremos de identificar.

Para poder salir de las simples generalidades no trataremos el tema en toda su extensión, y nos vamos a limitar a la desobediencia civil en el seno de las sociedades democráticas. Pretender abarcarla, en todas las sociedades políticas posibles, nos obligaría a comparar la desobediencia civil con conceptos próximos como el derecho a la resistencia, la revolución o el tiranicidio.

Con la fundamentación de la obediencia es comprensible sostener que la desobediencia civil aparezca, a primera vista como de difícil justificación en la sociedad democrática moderna”

Gregorio Peces-Barba (Diputado del PSOE, hoy fallecido, y Padre

De la Constitución, cita literal, sobre su tesis)

¡ROMPAN FILAS!

Todos sabemos por nuestros más cercanos familiares que la mili ha sido durante mucho tiempo un paso hacia la madurez masculina en España, era como el trance que todo hombre debía hacer para convertirse en tal. La vida de los pueblos españoles ha ido íntimamente ligada a esta realidad, ¿quién no ha oído el famoso ¡arriba los quintos de…?, y es que de hecho la mili constituye una de las bases de la cultura española durante numerosos años. No obstante, de forma primero testimonial, empiezan a surgir movimientos de rechazo al servicio militar, personas que aún a riesgo de “parecer poco hombres” decidieron iniciar un movimiento de insumisión, y desobediencia civil que marcaría la realidad social y política de la España de los 80 y 90. Tal fue la importancia del movimiento de objeción de conciencia con respecto al servicio militar que acabó con el citado sercito, institución

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