OPINION DEL DOCUMENTO: EL PARTICIPANTE

OPINIÓN DEL DOCUMENTO: “EL PARTICIPANTE”

Mi persona desde la infancia no tuvo las oportunidades de tener un proceso de formación académica siguiendo los procesos regulares de acuerdo a las edades escolares. Me explico: inicie mi primaria sin vivir la experiencia de la educación inicial (antiguamente llamado Preescolar), además, con una edad no correspondiente al primer grado. Al culminar mi sexto grado, dejé mis estudios para trabajar y los retomé posteriormente a mis 18 años de edad, entrando a un sistema de educación de adultos, y desde aquí, éste ha sido mi ámbito de aprendizaje.

Con todo esto quiero expresar que como participante adulta, reconozco y tengo claro el papel responsable y motivador que juega uno mismo en su aprendizaje, por eso pienso, que la Andragogía es al adulto, como la Pedagogía al Niño, es decir, el adulto busca el conocimiento para su aplicación inmediata que le permita redituar en el menor tiempo, existiendo la clara conciencia de buscar ser más competitivo en la actividad que uno realiza, más aún si el proceso de aprendizaje está relacionado directamente con la meta de mejorar nuestras competencias laborales, y por consiguiente, nuestra condición de vida.

Por tal motivo, nuestro rol como Participante adulto, en el proceso de aprendizaje, es diferente y el debe ser, es que debemos proyectarnos con un mayor alcance que el de ser un receptor pasivo, tomador de apuntes, conformista, resignado memorista o simple repetidor de las enseñanzas impartidas por un instructor, docente o facilitador. En otras palabras, nuestra participación debe partir del análisis crítico de las situaciones planteadas, a través del aporte de soluciones efectivas.

Y la Andragogía, como un proceso continuo de excelencia, conlleva la misión final, de proveer un mejor nivel de vida personal y laboral del discente, que somos nosotros, el Participante Adulto, como Socio del Aprendizaje.

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