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PANTEÍSMO


Enviado por   •  21 de Abril de 2013  •  2.525 Palabras (11 Páginas)  •  543 Visitas

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I. INTRODUCCIÓN

1.1. REALIDAD PROBLEMÁTICA:

▪ El problema de la existencia y la naturaleza de Dios siempre ha sido y es el problema fundamental de la filosofía porque tiene que ver con la cusa primera del ser en general y del hombre en particular, lo que determina el sentido último de la existencia ontológica y antropológica.

▪ Dios es absolutamente trascendental al ser, está más allá de la existencia del universo y de la razón humana.

▪ Es imposible poder demostrar filosóficamente la existencia divina, lo que implica asumir una posición agnóstica y atea.

▪ Dios es inmanente al ser, es consustancial a la realidad misma, lo que nos lleva a asumir una posición panteísta.

▪ Ambos posiciones niegan el teísmo filosófico, que basado en el método de la analogía de Aristóteles y Santo Tomás de Aquino, establecen las “Cinco Vías” para demostrar la existencia de Dios.

1.2. HIPÓTESIS:

La comprensión de la interrelación dialéctica de la trascendencia e inmanencia posibilita una nueva concepción de la divinidad eterna e infinita.

1.3. OBJETIVOS:

1.3.1. Demostrar que la interrelación dialéctica de la trascendencia y la inmanencia posibilita una nueva concepción de la divinidad eterna e infinita.

1.3.2. Buscar una nueva concepción de divinidad, que responde a la necesidad vital de absoluto que tiene el ser humano, considerando que las tradicionales concepciones del cristianismo (Teísmo), del marxismo (Ateísmo) han entrado en profunda crisis.

II. MÉTODOS Y MATERIALES:

Nos fundamentamos en el método filosófico dialéctico con el cual, partiendo de la realidad del Universo y del hombre, establecemos las respectivas generalizaciones filosóficas. Básicamente es una investigación bibliográfica.

III. RESULTADOS:

3.1. DEFINICIONES PREVIAS:

3.1.1. NOCIONES DE INMANENCIA Y TRASCENDENCIA:

 El filósofo francés Regis Jolivet considera que el panteísmo es una de las pendientes por donde más fácilmente resbala el espíritu humano. La fuerza del panteísmo y su poder de seducción es el profundo sentimiento de la inmanencia de Dios en todas las cosas.

 Dios debe estar presente en todo lo que existe y estar presente a los seres que lo están ellos a sí mismos.

 Es Dios “tenemos la vida, el movimiento y el ser”. El panteísmo no carece de razón al insistir en la profundidad y la universalidad de la divina inmanencia.

 Jolivet refuta el panteísmo señala que su error está en que compromete la trascendencia de Dios, es decir, la absoluta independencia de Dios con relación al mundo, y en que no entiende que debemos concebir a Dios por analogía.

 La trascendencia divina lleva, por necesaria lógica, a la doctrina de la creación. Dios no puede ser concebido sino como un ser personal.

 Enfatiza que nada de todo esto debe ni puede hacernos negar o comprometer la inmanencia de Dios.

 Inmanencia y trascendencia son dos aspectos inevitables y solidarios de una noción de Dios.

 Si le falta la inmanencia, Dios es extraño al universo y no es infinito ni perfecto.

 Si no posee la trascendencia, Dios viene a ser la misma cosa que el universo, y aparece una vez más como imperfecto.

 Todo panteísmo es una forma de ateísmo.

3.1.2. TRASCENDENCIA NECESARIA:

▪ Los panteístas están acordes en atribuir a Dios cierta trascendencia: es preciso, dicen, distinguir en cierto modo del universo, pues de lo contrario la afirmación de Dios solo sería verbal.

▪ Señalan que estamos en cierto modo inmergidos en una realidad que nos precede y nos sobrevive, que nos atraviesa y nos sobrepasa, que es en nosotros principio de vida y de movimiento ascendente.

▪ Esta institución del impulso vital nos instala en la inmanencia, en cuanto ella nos permite sumergirnos un instante en el corazón de la realidad y de lo divino, de esa realidad y de eso divino de lo cual participamos, pero que no llegamos a agotar. Al mismo tiempo nos impone el sentimiento de una trascendencia, porque la distinción de los divino y del mundo no sería más que una palabra vacía de sentido si no se admitiera también la trascendencia de ese divino.

3.1.3. EXIGENCIAS DE UNA VERDADERA TRASCENDENCIA: TEÍSMO

Jolivet señala que el panteísmo opone Dios al mundo, ya como un principio a sus consecuencias, o bien como un sujeto a un objeto, o como el acto de pensamiento a su contenido.

a) Principio y consecuencias:

Plotino declara que lo Uno es la potencia infinita y trasciende a todas las determinaciones, es decir a todos los seres; la emanación no es capaz de agotar su poder. Este punto de vista basta para conferir al Uno cierta distinción de lo múltiple, que es el universo.

El Uno engendra en virtud de una necesidad de naturaleza, y no por un acto soberanamente libre del poder creador.

b) Sujeto y objeto:

Para el panteísmo idealista, la relación de Dios y el mundo es la de un sujeto, o del acto de pensar al contenido del pensamiento.

La trascendencia del pensamiento será puramente metafórica e ilusoria, sin contar los “actos del pensar” individuales, es decir, de los sujetos pensantes que somos nosotros, llegarán a ser así, inteligibles.

c) La Sustancia y sus modos:

Hay en el mundo personas, sujetos, que se conocen y se afirman sin poderlo remediar, como libre, autónomos y responsables de sus actos, es absolutamente necesario que sean distintos del Pensamiento, es decir, hablando más exactamente, que el Pensamiento sea distinto de ellos y los domine absolutamente.

3.2. SABIDURÍA ORIENTAL:

3.2.1. El Kybalión:

La razón humana cuyo dictamen debemos aceptar tanto como lo juzguemos convenientemente, nos dice respecto al TODO, sin pretender desgarrar el velo de lo incognoscible:

 El TODO debe ser todo lo que realmente es. Nada puede existir fuera del TODO, o de lo contrario, el TODO no sería tal.

 El TODO debe ser infinito, porque nada puede existir que defina, limite o ponga restricciones al TODO. Debe ser infinito en tiempo, o eterno, debe haber existido siempre.

 El TODO debe ser inmutable, esto, es, no sujeto a cambio en su naturaleza real, porque nada existe que pueda obligarlo a cambiar, ni nada de lo que pueda haberse transformado.

El TODO no puede ser mera fuerza o energía, porque si lo fuera no existiría eso que se llama mente

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