PLATÓN Y ARISTÓTELES: 3 FORMAS DE ENTENDER LA FILOSOFÍA DESDE LA PERSPECTIVA GRIEGA

PLATÓN Y ARISTÓTELES: 3 FORMAS DE ENTENDER LA FILOSOFÍA DESDE LA PERSPECTIVA GRIEGA.

Las obras de Platón y Aristóteles tienen una marcada concepción en su forma de ver el mundo. En el presente artículo nos basaremos en La alegoría de la caverna y La metafísica, obras representativas de ambos autores. He tocado los tópicos: conocimiento de la verdad opuesta a la opinión, el relativismo, la filosofía como autoconocimiento y búsqueda de un principio en la naturaleza.

El mito de la caverna de Platón es una alegoría al conocimiento, en especial a la ceguedad que invade al ser humano que está infectado por las opiniones- el camino humano-. Una forma clara de ver esto es cuando nos hace saber acerca de las personas que desde su niñez están encadenados y se ven en la imposibilidad de mover el cuello. Están tranquilamente observando las sombras proyectadas, es decir, el mundo falso -sensible-. Resalta el rol fundamental del filósofo, rol educativo y la suerte que se juega al tratar de hacer llegar la “verdad” que pocos conocen y la falsedad que muchos manejan estando en la caverna, que se puede derivar en el asesinato y el ridículo. Existe un pasado “ignorante” pero tranquilo e imperturbable, y un presente forzado e irritado, el camino de la verdad- el mundo de las ideas-, la luz que pocos han logrado obtener trayendo como consecuencia el poder saber del porqué de las cosas, que es necesario tener en cuenta para obrar con sabiduría. Los prisioneros y sus cuerpos encarnan una relación armoniosa con sus propias sombras, que entran en el mundo sensible, quiere decir, el mundo ininteligible y corruptible. Caso distinto se da con el conocimiento ligado a su alma, unida al mundo de las ideas, el mundo inmutable y no temporal.

En contraposición a la postura platónica, que de por sí es dogmática e inmutable al concebir el “mundo de las ideas” como modelos eternos, surge el relativismo claramente reflejado en los prisioneros. Cada hombre logra percibir las sombras de los objetos a su manera, que de por si es su propia verdad. Hoy bien o mal llamada la verdad posmoderna. Caemos nuevamente en el relativismo de Protágoras, quien afirmaba que el hombre era la medida de todas cosas, “la verdad como perspectiva” y no absoluta como lo ya planteado por Sócrates, quien intento alcanzar una verdad absoluta que sirva para la ética personal.

Tocando a Habermas, para él la verdad trasciende cualquier contexto de justificación. Los enunciados son verdaderos independientemente del contexto. Vemos cierto acercamiento a Platón, cuando nos plantea el mundo de las ideas y las realidades distintas dentro y fuera de la caverna. Siempre ha existido una verdad y esa es la verdad no temporal ni cambiante. Analicemos, en el mundo “X” existe la idea de caballo que se representa C1, C2, C3, Cn, así pasen los años la idea de caballo permanecerá intocable, por el hecho representacional que engloba la propia idea de caballo. Como dice el maestro Karl Popper, ¿existirá una justificación lógica respecto a los universales?, que en este caso vendría a ser la idea universal de caballo y lo que deriva de él. No quiero caer en problemas subjetivos y lingüísticos.

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