PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO

El PRINCIPIO DE LA BUENA FE

Este principio, obliga a los individuos en la ejecución de cualquier acto jurídico a obrar de manera leal y honesta. Tanto de manera objetiva, como subjetiva.

Se considera “Objetiva”, cuando las partes actúan teniendo en cuenta sus obligaciones adquiridas en la celebración del acto jurídico.

Se considera “Subjetiva”, el derecho que cada individuo tiene de confiar en el prójimo, en este caso, con quien realiza un determinado acto jurídico.

EL PRINCIPIO DEL ABUSO DE LOS DERECHOS

Este principio se fundamenta, en que los derechos no son absolutos, sino que tienen sus limitaciones y estos deben ser utilizados de manera leal y legitima, por consiguiente se obliga a la persona que en el ejercicio de hacer valer sus derechos ocasiona un perjuicio a otra por un abuso de los mismos, debe hacer la indemnización respectiva.

Ejemplos de lo anterior, cuando se embarga una cantidad excesiva de los bienes del deudor, o cuando se efectúa una demanda criminal de manera atrevida.

Para que se considere la existencia de abuso del derecho. Debe necesariamente cumplir las siguientes condiciones:

 La inexistencia de un interés legítimo y sensato. Es decir, que no exista un fin útil.

 La evidencia de una intención dañina al ejercer el derecho.

EL PRINCIPIO DE LA IMPREVISIÓN

Este principio hace constar que en determinada circunstancias extraordinarias que no hayan sido previstas en la celebración de un contrato, sino de manera posterior a lo acordado por las partes, la parte afectada por la imprevisión puede pedir a la autoridad competente una modificación de las clausulas del contrato.

El principio de la imprevisión está expresamente contemplado en el artículo 868 del Código de Comercio.

La Corte Suprema de Justicia comenta al respecto, que este principio no se fundamenta únicamente en la noción de error y de fuerza mayor, sino cualquier aspecto imprevisto en la celebración del contrato que afecte el cumplimiento de las obligaciones acordadas.

El PRINCIPIO DEL FRAUDE A LA LEY

La ley se viola, mediante su aplicación indebida, cuando hay fines maliciosos, de manera que se obra en forma aparente cumpliendo de manera puntual con la norma jurídica, pero contrario a esto, se está violando la ley, perjudicando generalmente a terceras personas.

En lo general, ha dicho la Corte Suprema de Justicia, “No se viola la ley con el propósito de violarla, sino con el de lograr fines distintos, para los cuales la violación es solo un medio,

pero esta consideración no se opone al concepto de fraude. En otras palabras, puede haber aquel propósito y buscarse por sí mismo, pero no es necesario que lo halla para que el fenómeno se produzca, y generalmente lo hay. Del propio modo, si en lo general, ese fraude daña a terceros, este elemento tampoco es necesario para

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