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¿PROVIENE EL CONOCIMIENTO DEL INTERIOR O DEL EXTERIOR?¿CONSTRUIMOS LA REALIDAD O LA RECONOCEMOS?


Enviado por   •  21 de Octubre de 2011  •  2.152 Palabras (9 Páginas)  •  2.616 Visitas

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¿PROVIENE EL CONOCIMIENTO DEL INTERIOR O DEL EXTERIOR?¿CONSTRUIMOS LA REALIDAD O LA RECONOCEMOS?

Riojas Farroñan Milagros del Pilar- 5j

“La imaginación no hace comprender al hombre el conocimiento, es el entendimiento el que lo comprende”

El conocimiento ha sido desde siempre la herramienta que le ha permitido al hombre subsistir. El conocimiento es la imagen verdadera del objeto, es decir, imagen que se corresponde con el objeto. Es un producto de la materia altamente evolucionada, que es el cerebro humano, en interrelación con la realidad exterior u objetiva, es decir, capta o aprehende la realidad exterior, lo internaliza y los procesa a través de las neuronas respectivas, teniendo como resultado el conocimiento. Por eso, también, es una imagen objetiva, necesaria y universal. Una imagen falsa de un objeto no es conocimiento. Los problemas que surgen giran en torno a la imagen verdadera. Abordaremos tres problemas: El problema de la posibilidad; el problema del origen y el problema de la esencia del conocimiento.

Sobre si el conocimiento es posible hay dos respuestas extremas, excluyentes: el dogmatismo y el escepticismo. Para el dogmatismo el conocimiento es posible en toda la línea. El sujeto cognoscente puede aprehender el objeto en su absoluta independencia, sin alterarlo, ni deformarlo. El conocimiento adquirido es necesario y universal. El sujeto alcanza la verdad. El conocimiento se corresponde con el objeto. Hay una adecuación exacta entre conocimiento y objeto. El dogmatismo podría traer en su apoyo la producción incesante de conocimientos todos los días, en todas las ideópolis (ciudades de ideas), en las universidades y en todos los centros de investigación. Es la posición ingenua del hombre corriente. Es psicológica e históricamente la primera respuesta del hombre sobre la posibilidad del conocimiento. Los primeros filósofos, por ejemplo, fueron dogmáticos. No pusieron en duda el poder del hombre para lograr el conocimiento. El dogmatismo no pone en cuestión la relación del sujeto y el objeto. Los da por supuestos a ambos, los da por hechos a los objetos. Da por segura su existencia independiente del sujeto. Igualmente, admite como segura la capacidad del sujeto para la aprehensión de los objetos. El sujeto, por esto, puede alcanzar el verdadero conocimiento.

El escepticismo se pasa al otro extremo. Niega la posibilidad del conocimiento. El hombre jamás podrá alcanzar el conocimiento. Es incapaz de llegar a la verdad. Por eso, la posición más prudente es abstenerse de juzgar, de hacer juicios. El escepticismo surge con los sofistas. Es de Protágoras la famosa frase de que “el hombre es la medida de todas las cosas, de las que son un tanto que son y de las que no son en tanto que no son”. El escepticismo tiene razones que sustentan su teoría: Los sentidos varían de persona a persona, la capacidad de ver, oír, palpar, de gustar, oler, no es la misma en todas las personas. Unas tienen la visión más aguda que otras. Las sensaciones varían aun en la misma persona. Frente a un objeto habrá tantas percepciones como sujetos. La objetividad, la necesidad y la universalidad del conocimiento son imposibles en estas circunstancias. Cuando el sujeto capta un objeto lo que capta son datos que el sujeto organiza, que los sentidos y la razón ordenan y constituyen el objeto. El sujeto cognoscente forma parte de un grupo y en un tiempo. El sujeto ve las cosas como su grupo y su tiempo. El ejemplo del arco iris de cuatro colores es muy ilustrativo. Todo el grupo ve en el arco iris sólo cuatro colores y para todos los del grupo no tiene más que cuatro colores. Es muy difícil que hombres de otros grupos le hagan entender que el arco iris tiene siete colores. El sujeto proyecta sus ideas en las cosas; las ve como se ha acostumbrado a verlas y no como son, independientes. La verificación de la adecuación entre el conocimiento y el objeto es imposible. El escéptico dice que aun en el caso que se hubiera logrado el conocimiento, es decir, se hubiera logrado capturar la estructura verdadera del objeto, no lo sabría. Necesitaría una segunda persona; pero para estar seguro de lo que dice la segunda persona sería necesario una tercera; y para que esté seguro de lo que dice la tercera necesitaría una cuarta y así hasta el infinito, nunca podría verificar tal adecuación. Así como es inaceptable el escepticismo, porque condenaría al hombre a la inacción y esto sí es imposible, es muy positiva la tarea cumplida por este en el análisis del acto de conocer. El análisis o estudio del conocimiento es muy necesario para desvanecer los engaños o inadvertencias que pueden ocurrir en el conocimiento. El análisis, ha permitido controlar el conocimiento sensible y el papel que juegan los sentidos y además ha servido para tener en cuenta los aspectos psicológicos y sociológicos que condicionan el conocimiento. Es de esta manera cómo el escéptico no está seguro de nada. No está seguro de que haya mundo independiente, de que los objetos que se le aparecen sean realmente como se le aparecen, de la información de sus sentidos, de que se pueda establecer una relación entre las cosas y él mismo. Piensa que a lo mejor todo el mundo que le parece externo no es más que una creación de su propia conciencia, como el sueño. Por otro lado está el criticismo, el cual, reconoce que el dogmatismo pierde a la razón y que el escepticismo se desespera sin la debida investigación. Por eso, toma en sus manos el estudio de la razón, para analizar su poder y determinar sus límites.

Los teóricos del conocimiento están de acuerdo en que hay dos fuentes fundamentales en la adquisición del conocimiento. Estas dos fuentes son la experiencia (sensible) y la razón. Tanto los sentidos como la razón o entendimiento son indispensables para la producción de conocimientos. Sin embargo, no todos conceden igual importancia a ambos factores. Algunos ponen en primer lugar la experiencia y otros la razón. Esto ha determinado la presencia de dos corrientes opuestas principales: el empirismo y el racionalismo. Para el racionalismo todo conocimiento objetivo, necesario, universal y fundamentado, se basa en la razón. La experiencia, para el racionalismo, es contingente, individual y fuente de un genuino conocimiento. El racionalismo tiene su inspiración y su respaldo en las ciencias matemáticas. La matemática es el modelo del conocimiento necesario y universal. A todos consta que el cuadrado de 9 es 81 en cualquier lugar y en cualquier tiempo. Esta ciencia en sus demostraciones

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