Perdida De Valores Y Derchos Humanos

Perdida de valores y derechos humanos

Por David Molina Urbina

Un elemento indispensable para que los derechos humanos tengan vigencia, sin duda es la libertad que nos hace distintos a otras especies animales; ya que por mucha que sea la imposición biológica o cultural, los hombres podemos optar por algo que no esté en lo impuesto, podemos decir si o no, quiero o no quiero.

Aún que no podemos confundir la libertad con la omnipotencia, ni las limitantes a la libertad con la indiferencia hacia la obligación y el derecho de conseguirla o tenerla; que si no podemos hacer cualquier cosa a nuestro antojo, tampoco estamos obligados a realizar el antojo de cualquiera.

En el hecho histórico de garantizar las condiciones de mayor bienestar, en perjuicio de la perdida de los valores y los derechos humanos del otro, reside la problemática principal, de la perpetuidad de las guerras y el inalcanzable deseo de paz y justicia. En el contexto presente, donde resultan beneficiarios el primer y segundo mundos, a costa de las guerras en el tercero; la lógica de la competencia por la supremacía económica y el bienestar individual, supera la lógica del respeto y el bienestar social y común.

En consecuencia, afirmar que un conflicto resulta un beneficio para una de las partes, en el entendido de que la definición del beneficio final de la guerra, significa alcanzar un estado de equilibrio que permita el retorno a la política, es una afirmación equivocada porque la inestabilidad, política, económica y psicológica se prolonga de manera dramática, en una política injusta y hostil de una guerra perdida en el primero, segundo y tercer mundo.

Ya que ciertamente afirmar que la guerra es una solución a la problemática económica y política, significa afirmar que las drogas son una solución a los desequilibrios psicológicos. De tal manera, las decisiones políticas de carácter nacional y las decisiones individuales, como la soberanía nacional y el libre albedrío; que todavía dependen de órdenes, costumbres y caprichos de imperios y patriarcas; son temas irresolubles de la realidad histórica.

Ya sea por no sufrir represalias o por no dejar de recibir recompensas, o por no contrariar a los demás o a fin de cuentas por ser apreciado y aceptado; sin pensar dos veces las repercusiones que a las acciones corresponden, puede ser que lo hecho por las órdenes de quien sabe más o por la costumbre de lo impuesto y lo supuesto o por propia voluntad, puede ser perjudicial para nuestra independencia.

Los valores y los derechos humanos están a la deriva, desde que el hombre supuestamente ilustrado del día de hoy, no suscribe la benevolencia del contrato social y el respeto mutuo, ni reconoce las necesidades fundamentales del ser humano. Justo ahora en que se habla de lo políticamente correcto, como una manera de evadir problemas sociales no resueltos; al hablar sobre la independencia y la revolución sin hacerlas efectivas. Por ello, en América Latina la perdida de valores y

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