Periphyseón de Escoto Eriugena

El Periphyseón de Escoto Eriugena se presenta como un texto novedoso en tanto que se plantea como una teología natural. En este sentido, se nos ofrece una cosmogonía en la que se puede distinguir una influencia Platónica cuando retoma del Parménides el tema de lo uno y lo múltiple, y, del Sofista, el problema del ser. Pero además de encontrar a Platón entre líneas, podemos también, observar un eco aristotélico.

Para Eriugena todo ser es el no ser de aluna cosa, y ese no ser tiene más realidad que tal o cual ser. El ser es todo lo que puede ser percibido por los sentidos.

El tema del texto es la naturaleza, en la primera parte del texto se evidencia que ella requiere de una división para poder reconocer por un lado lo que existe y por otro, saber de qué manera existe.

En esta primera división de todas las cosas, en aquellas que son y aquellas que son, se hace una división en especies de acuerdo con las diferencias. Diferencias que son cuatro y que permiten la división en cuatro especies:

Dios Crea y no es creada Causa de todo lo que es y no es

Ideas arquetípicas Creada y crea Causas primordiales

Cosa creadas por las ideas Es creada y no crea Cosas que son conocidas

Dios en reposo Ni crea ni es creada Es lo imposible. No ser es no poder ser.

Primer modo de ser y no ser.

Lo que por excelencia de su naturaleza escapa a nuestros sentidos –Dios- las esencias de las cosas que por ser inaprensibles en sí mismas conocidas a través de evidencias pero no por sí misma. Lo que el sentido corporal percibe o lo que considera el intelecto no es sino un cierto accidente. La esencia de cada una de ellas es por si misma incomprensible; de esta se conoce que es, pero que no es, gracias a la cualidad, o a la cantidad, o a la forma, o a la materia, o a alguna diferencia, o al lugar o al tiempo.

Segundo modo de ser y no ser.

En este segundo modo de ser y no ser, Escoto nos está hablando de esta naturaleza de carácter formal. En la serie jerárquica de los seres, la afirmación de lo inferior es la negación de lo superior e inversamente de manera que lo que es un ser es incita al no ser de aquello que ese ser no es. Jerarquía e identidad son la segunda clase de no ser.

Tercer modo de ser y no ser.

Todo lo que esa aún más que en potencia en el estado de germen es el no ser de lo que se actualizara alguna vez

Cuarto modo de ser y no ser.

Los seres sujetos a la generación y a la corrupción no existen si se comparan con las ideas eternas. Todo el mundo es un devenir, es un no ser (no existe el devenir en las ideas internas)

Quinto modo de ser y no ser.

El hombre en tanto que lleva la imagen de Dios y que no es en cuanto la pierde por la culpa de los vicios.

Primera objeción

La causa de todas las cosas que se eleva por encima de todo intelecto, tanto del creado y creador, como del creado y no creador, tanto el caso de los ángeles como de los humanos, se eleva por encima de todo intelecto, no permite que la conozca por su razón, ninguna naturaleza creada. La naturaleza increada, no puede conocer a la naturaleza increada.

Segunda objeción

La esencia divino no es comprensible para ninguna creatura intelectual, de las cuales nadie duda que el ángeles el máximo exponente, y que a nosotros no se nos promete otra felicidad que igualarnos con la naturaleza angélica. Eriugena refuta la autoridad del apóstol San Pablo y señala que las naturalezas creadas en ningún caso podría tener la facultad de conocimiento de una naturaleza increada y por ello se desborda.

Acerca de las teofanías

Las teofanías son aquellas mediante la cual dios se muestra a nuestro intelecto, dividiendo estas en tres:

Ángeles Substancia inmaterial

Hombres

Corporal y visible Substancia

Los ángeles son los seres con más luz y más ser, los hombres son los seres intermedios entre la luz y las substancias corporales. Dios se predica incluso de las teofanías que desde ella y por ella la manifiestan en la naturaleza intelectual. Cada uno ha sido formado, de acuerdo con la excelsitud d su santidad y sabiduría, pero una idéntica forma (Causa formal) hacia la cual tienden todas las cosas.

Movimiento y reposo de Dios

Dios se encuentra presente en todas las partes de acuerdo con el mismo movimiento de su pensamiento, desde lo uno hasta lo múltiple y de lo múltiple a lo uno. Dios trasciende todas las cosas y las asume todas. Dios está presente en todas las cosas a partir de esta idea de pensar este mundo, a partir de su propio pensamiento.

Por qué se afirma que Dios crea y se crea

Nuestro intelecto antes de que comience a pensar y recordar, se dice razonablemente que no es. En efecto, por la naturaleza es invisible, y nadie puede conocerle salvo Dios y nosotros mismos. Mientras que cuando comienza a pensar y cuando recibe la forma de algunas fantasías, con toda justicia se dice que <<se hace>>. Si se hace, ciertamente en la memoria al recibir algunas formas de cosas y voces, o colores, etc., de las cosas sensibles. Y quien era informe antes de comenzar a recordar, recibe después una especie de segunda información al constituir ciertos signos de formas o voces y otras señales visibles por las cuales puede insinuarse en los sentidos de quienes capaces de sentir. Esta semejanza, pese a que queda muy remota a la naturaleza divina, puede sugerir cómo ésta de un modo admirable <<se crea>> en todas aquellas cosas que existen gracias a ella. Al ser la naturaleza creada, hay una participación de lo que es bueno del único supremo ser. . Esta teología versa sólo en su mayor parte sobre la naturaleza divina, no solo supera el esfuerzo de raciocinio humano, sino también a lo purísimos intelectos de las esencias celestes. Los teólogos han establecido que era a partir de las cosas que son; que era sabio a partir de la división de estas cosas en esencias, géneros, especies, diferencias y números; que era viviente a partir del movimiento estable y el reposo móvil de todas las cosas.

La triple subsistencia de la Causa Única de todo

La causa de todas las cosas tiene triple subsistencia, la esencia de las cosas que son se desprende que existe; del admirable orden de las cosas, que es sabio; y del movimiento, que es vida. En consecuencia, la Causa de todo y Naturaleza creadora son, conoce y vive; fundándose en ello quienes nos transmitieron que en la Esencia es necesario ver al Padre, en la Sabiduría al Hijo, y en la Vida al Espíritu Santo.

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