Pienso Luego Existo

“PIENSO LUEGO EXISTO”

RENE DESCARTES

Podemos decir que la razón se basa en la existencia, y la existencia en la razón: pienso, luego existo Y existo y luego pienso. Pienso sí y sólo si existo.

René Descartes asume su Posición frente al ser y la razón; él no duda de su ser, pero si concluye a través de sus reflexiones de que piensa, y por lo tanto, existe.

Sólo hay que notar que, aunque cada quién tenga una metafísica distinta sobre la razón, sin una metafísica no se puede existir, ni pensar. “No puedo probar que existo, sólo puedo creer que existo” Lo mismo para el pensamiento: no puedo probar el pensamiento con el pensamiento; Necesito razones, las cuales no puedo probar, en los cuales tengo que creer. Entonces, puedo decir: creo, luego pienso y existo.

Esta filosofía de Descartes es un pensamiento realmente interno que quizás a él le ocurrió lo mismo que a nosotros; Que se puede interpretar como "Existo porque razono en ello". Es decir, la existencia equivale en cierta forma a tomar conciencia de la propia existencia. Además de que con el solo hecho de estar pensando evolucionamos, existimos!

Todo lo que piensa tiene razón, toda lo que tiene razón permite una duda; y si permite una duda, piensa y si piensa existe.

También podemos tomar esta premisa desde un punto de vista motivante para nuestro ser; pues lo podríamos tomar como un consejo, una razón sólida para avanzar: si pienso existo, si no lo hago, no existiré, si lo hago y antes de que actué; existiré y trascenderé. “Pensar antes de actuar”.

El solo hecho de tener pensamientos, nos hace seres grandes, existentes por algo y para algo. El pensar es complemento del existir. Eso hace la diferencia entre los demás seres del universo. El ser humano piensa y existe pero en un existir verdadero, el real; el precedido de ideas, de sentimientos que admiten el ser como tal. Viendo a la existencia como la evolución racional del ser.

Pienso y existo se muestra con claridad de modo que soporta todos los motivos de duda y goza de absoluta certeza. Es la primera verdad en la que uno puede estar seguro decir que es evidente, ya que las características que se presentan son la claridad y distinción.

Estas dos propiedades son consideradas por Descartes como las características que debe tener una proposición para ser considerada verdadera

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