Placer De Aprender Atreves De La Empatía

El siguiente escrito sale de los rincones de mi memoria, volviéndose un hecho que recordare siempre, siendo este un momento que me respondió tantas preguntas, que para mí no tenia respuesta, el ensayo se basará de un suceso sencillo pero lleno de sabiduría, en él, encontraremos un objeto momentáneo en el que sucede una catexis, es decir logra depositar alivio en mi y viceversa, dándose repentinamente una empatía, la cual me permitió encajar en los zapatos de esa persona, que me hacía sentir tantos deseos, energía de eros y thanatos, que daban una energía pulsante que irradiaba cualquier otra cosa que no fuera felicidad.

En una tarde hermosa, disfrutaba del paisaje urbano acompañado de un compañero, admirábamos el paisaje que se encontraba, tantos arboles, tanta belleza verde, acompañada de ladrillos; llegamos a un sitio en el que descansamos.

También podíamos ver la majestuosidad del entorno; pero me doy cuenta que el único que estaba admirando el paisaje era yo, por entrar en discusión con mi camarada, el discutía y se sentía desalentado, mencionando que la belleza del lugar era de momento, pues todo tiene un cambio que tarde o temprano llega a su inicio haciendo de esta un proceso cíclico “podemos decir que es la primera definición de Lacan de lo real, eso que vuelve siempre al mismo lugar”(1).

El menospreciaba preocupándose más por la brevedad de este; pero yo manifestaba que por ser el paisaje algo de momento, no le quitaba el valor, por el contrario el valor aumenta al encontrarse con menos tiempo; acordándome en esos momentos de un capitulo que había leído hace tiempo, el que me brindo la victoria en esta discusión, el capitulo transitoriedad(1916 [1915]) es de las obras completas de Freud “Ahora bien, Freud dice que en lo que atañe al ser humano, lo hermoso que puede tener nuestro cuerpo, nuestra cara, eso lo vemos desparecer dentro del ciclo vital mismo; pero que justamente esa brevedad suma un atractivo más”(2).

Lo que el autor intenta decir es que si en algún momento desaparecieran por ejemplo las manifestaciones artísticas más bellas que existen, o todo ser vivo desaparece del planeta, el valor de todo esa belleza solo estaría determinado por la significación que tendría eso para cada uno. Y eso no depende para nada del tiempo eterno de duración.

Mientras seguía la discusión pasa una señorita que vende tintos, no tenia buena expresión en su rostro, pero era muy amable, entonces decidí no juzgarla por su apariencia; en el momento que mi compañero le pide un café, caigo en cuenta que la señorita tenía cierto grado mínimo de retraso; comienza mi compañero hacerle preguntas ¿Qué tal le parece el día? Ella respondía excelente, es un buen día, he vendido bien. ¿Cómo está el parque? Ella respondía cosas positivas decía lo mejor que se le ocurría; yo notaba en ella cierta ironía, y precisamente como caída del cielo nace una pregunta ¿eres feliz? Ella respondió si porque no serlo; pero la realidad era otra, ella no se veía nada feliz, por lo contrario se le notaba cierto disgusto en el rostro, que la delataba; en ese juego de preguntas nace una que me la guarde para mí ¿Por qué ella no es feliz?, será por el mismo motivo que yo no logro alcanzarla.

Este breve recorrido por mi memoria, es lleno de conocimientos gratificantes, me deja un concepto en el que deduzco que la felicidad no es algo que se alcance, esta se da y es arrebatada en ciertos momentos; porque una experiencia para que sea gratificante, tiene que haber habido una experiencia de displacer, de esta forma podemos compensar lo perdido.

Gracias a lo sucedido esa tarde logro entender tantas cosas nuevas, como lo son los procesos de duelo y melancolía que nos explican mejor como funciona esta economía energética que debemos estar cargando y descargando diariamente, para poder hablar de duelo y melancolía tenemos primero que definirlas Duelo es la reacción frente a la pérdida de una persona amada o de una abstracción que

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