Plotino – Sobre el amor
Enviado por SlndrPnk • 26 de Febrero de 2016 • Ensayo • 1.268 Palabras (6 Páginas) • 986 Visitas
Plotino – Sobre el amor.
«¿Es el amor un dios, un demonio o una pasión del alma? ¿Hay un amor que es un dios o un demonio, y otro que es una pasión?»[1] Con estas preguntas Plotino comienza su tratado “Sobre el amor”. Las referencias a los textos platónicos se dejan ver casi inmediatamente después de haber comenzado.
La belleza del hábito y de las virtudes enciende en el hombre una admiración por lo que para él es bello; esta belleza se apodera de nuestra alma dejando enamorado al hombre, contemplando ya sea un cuerpo, una inteligencia o la grandeza de un alma. Dejando el alma en una locura amorosa. El amor nace en el alma como un deseo de unirse a algo bello; el alma al ser por naturaleza algo bello, busca alcanzar la belleza primera, la cual siempre es y no cambia.
El amor es lo que hace que el hombre realice acciones de las que no se creía capaz o que creía imposibles de realizar, el hombre que ama se entrega como nunca pensó hacerlo, deja las comodidades y cambia su vida; y sólo por emprender el camino del amor, el camino que lo llevará a la belleza primera, fusionando su alma con ésta, logrando convertirse en una belleza perfecta y eterna.
Plotino, después de haber tratado al amor el amor como si fuera un demonio (Un daimon) según la idea platónica, al terminar de exponer esta idea inicia a exponer la idea de que el amor podría ser un dios, tal y como se dice en los diálogos platónicos mencionando que el amor es Eros y éste a su vez es hijo de Afrodita. «Aceptaremos que también lo que se dice en el Banquete donde Eros no aparece como hijo de Afrodita, sino de Poros y de Penia, el mismo día del nacimiento de Afrodita.»[2]
Aquí ya hace alusión a dos Afroditas, una celeste y otra vulgar. La Afrodita celeste es aquella que proviene directamente de la inteligencia, hija de Cronos. Ésta Afrodita es algo puro y divino, al ser un ser puro, se mantiene en lo divino y permanece en sí mismo. A esta Afrodita la podemos interpretar como un ser separado de la materia, «el alma más divina»[3] o el conocimiento que se emana de la inteligencia. Siendo que el conocimiento no puede desprenderse de la inteligencia y siempre se siente atraído hacia ella (Entendamos a Cronos como la inteligencia y al conocimiento como Afrodita). De esta unión entre el conocimiento y la inteligencia se genera algo que me atrevo a llamar como el gusto, preferencias o deseo, que sirven para apreciar la belleza de las cosas (Esto es Eros). Este Eros distingue la belleza de lo que es la naturaleza, de lo que es inteligible, de lo que está más allá y ansiamos por poseer.
Bien, Plotino dice: «Hemos de pensar, por tanto que hay muchas Afroditas en el universo […] junto con sus propios Eros, dependen de una Afrodita Universal, si en efecto el alma es madre de Eros, y Eros es el acto del alma inclinada hacia el bien.»[4]
El Eros del alma celeste es una divinidad que cuando se une al Bien, permanece en el Bien eternamente, mientras que el Eros del alma material se corrompe y se transforma en un “demonio”. Cada hombre, cada alma particular que cuenta con algún cuerpo individual en el mundo físico cuenta con su propio Eros.
«Es como si cada alma tomase para sí el Eros que, naturalmente, le corresponde y engendrase a vez un Eros que esté de acuerdo con sus méritos»[5].
Bien entonces decimos que el Eros que tiene el alma mezclada con el mundo físico es un demonio pero ¿Cómo es que surge este demonio siendo que el mundo físico es un «dios bienhechor»[6]?, por tanto Eros no es un dios, Platón en el Banquete lo define «como un ser siempre indigente»[7].
Dicho esto recordemos que hay dos Afroditas, la celeste y la vulgar. La vulgar es considerada como el alma mezclada con el mundo físico y es creadora de la belleza en el mundo y Eros es el deseo por lo bello que ha nacido en el ser, entonces Afrodita y Eros son un mismo ser existente en el mundo.
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