Poema Carmen Alardin
Enviado por mlopz94 • 10 de Octubre de 2014 • 401 Palabras (2 Páginas) • 752 Visitas
Poemas de Carmen Alardín
(Ninguno de los poemas tiene título; los versos en mayúsculas sólo indican el inicio de cada poema)
POR LO QUE YA NO HA DE VOLVER,
por lo que nunca ha sido ni será.
Por el viento sin árbol,
por el árbol sin lluvia y sin sustento.
Por el ayer, mañana y otros días que cayeron al pozo de los sueños.
Por las cartas perdidas, por aquellas
desoladoras lágrimas sin eco,
por la mínima luz de la esperanza,
guardo un manto invisible con tu imagen,
como guardó Verónica en su lienzo
la figura sagrada del Maestro.
TE PREGUNTÉ LA DIRECCIÓN DEL MAR
pero lloraste aquí sobre mi pecho
y olvidé mi camino y mi dolor.
Después quise mirar el horizonte
y en tus brazos había más destino.
Quise saber en dónde nace el aire,
pero sólo en ti pude respirar.
Te pregunté dónde nació la lluvia
y pusiste ante mí tu manantial.
Quise subir al monte más lejano
y eras tú superior en majestad.
Iba hacia el mundo, y el amor contigo
nuevos mundos habrá de transformar.
¿PERO QUÉ HICISTE AL FIN PARA QUE EL MUNDO
se poblara de sueños nuevamente?
¿Qué hiciste, dios amor, para que el tiempo
niño otra vez llorando me escribiera
una infinita carta en las pupilas?
De blanco las paredes de mi templo
comulgan en la gracia de los días
que multiplican todo este milagro.
Bendice el sol, el agua de esta tierra
y llénala de peces que recuerden
el color de sus ojos en la tarde.
CON TANTO MAR Y ME QUEDÉ SIN ESE
ondular de tus ojos en mi alma,
con tanta luz y anocheció el contorno
de aquellas tus facciones fugitivas…
Con tanto tiempo y me quedé sin esos
instantes que apresaban tus palabras.
Con tantas como fueron tus palabras
para ahogarme en silencio.
QUÉ LÁSTIMA MI AMOR QUE LAS NAVAJAS
se utilicen con fines asesinos,
porque podrían relucir al cabo
de una noche brillante y oportuna
delineando la curva de tus senos
y haciendo un viaje utópico a la isla
donde se oculta inmerso mi pasado.
Qué lástima mi amor que las navajas
tengan tan mala fama en las novelas,
pues con ellas se graban iniciales
de un amante que triste se despide
junto a su amada en un atardecer.
Qué lástimas mi amor que las navajas
no recuerden tu sangre ni mi sangre
porque el pacto de luna hace ya mucho
que tras la muralla se ocultó.
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