Porque Socrates Es El Primer Ejemplo De Pensamiento Etico

¿Porque socrates es el primer ejemplo de pensamiento etico?

Para poder responder plenamente la pregunta que motiva el presente escrito y que nos ocupa, ciertamente debemos considerar la posibilidad de estudiar un poco más afondo las historias que de Sócrates recopilaron quienes contaron con la posibilidad de conocerle y escucharle, permitiendo que a través de sus relatos, estas traspasaran las fronteras del tiempo y la distancia por varios cientos de siglos y de este modo proporcionar una respuesta más acertada al respecto.

Aun con la limitante que marca el desconocimiento de la vida de Sócrates, para quienes hemos dedicado poco tiempo a estudiarle; debo mencionar que al escuchar los audios de “APOLOGÍA DE SÓCRATES” y al hacer memoria sobre lo que de su vida he escuchado; encuentro en sus palabras y legado un pensamiento ampliamente fundamentado en criterios de justicia, de valentía, autocontrol, meditación, asertividad, responsabilidad, respeto y sobre todo coherencia; ingredientes útiles y necesarios –dentro de muchos otros más- para considerarlo como fundador de la Ética.

En sus palabras logramos ver como Sócrates se tomaba el tiempo para sembrar en las mentes de quienes lo escuchaban la necesidad de razonar y crear cuestionamientos propios de quien desea conocer más y tener la posibilidad de deliberar, tanto así que se tomaba el tiempo, como el mismo lo decía, para analizar las conductas y sabiduría de sus semejantes no con la intención de suscitar división, intriga y conflictos sino por el contrario poner a prueba y tratar de romper los paradigmas existentes sobre el comportamiento humano y obligar a realizar un autoanálisis de todas aquellas conductas que en su momento ciertamente daban la condición de verdad absoluta al pensamiento de unos pocos y que de ellos se regía la cotidianidad de las demás personas impidiendo la posibilidad de discernir y decidir al respecto de lo que le hacía bien o mal.

En Sócrates encontramos un sinfín de cualidades todas ellas enmarcadas en un razonamiento en el que existía espacio para la libertad de pensamiento, donde el debatir y tener posiciones contrarias no era motivación de enojo o exclusión de la sociedad; por el contrario, para él, la existencia de diferencias era lo que daba ciertamente sabor y color a la cotidianidad de su periodo y era precisamente en lo que se enfocaba al compartir en privado con otras personas buscando abrir la cosmovisión de quienes con interés y deseo hallaban en él un tesoro invaluable, que les enriqueciera sus vidas. Desafortunadamente para Sócrates, al igual que para muchos en nuestra actualidad, no fue fácil ser vituperado por su modelo autónomo de pensar, y el afrontar esas persecuciones bien pudo ser de los principales retos de su vida y justificación más que suficiente para abandonar ese modelo de vida por el seleccionado; pero aun así con vigor y coraje afronto esos instantes permitiendo

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