Postivismo de Auguste Comte
Enviado por DylanContreras07 • 6 de Diciembre de 2019 • Ensayo • 5.882 Palabras (24 Páginas) • 233 Visitas
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Universidad Nacional Autónoma de México
Facultad de Contaduría y Administración
Teoría del Conocimiento
Positivismo de Augusto Comte
Presenta:
Olguin Hernández Juan Pablo
Grupo 1124
Jorge Rodríguez Varela
Miércoles 20 de noviembre de 2019
Índice
Resumen 3
Introducción 3
1. Antecedentes 5
2. Abordaje General 6
3. Corriente Epistemológica 8
3.1 69
4. Objetos De Estudio 10
5. Concepto De Verdad 10
6. Proceso De Investigación 11
7. Criterios De Validez 13
Conclusiones 15
Referencias Bibliograficas 17
Resumen
En este articulo se hablará acerca del positivismo. El positivismo fue una corriente epistemológica surgida en Francia a principios del siglo XIX de la mano del filósofo francés Auguste Comte. Esta corriente tiene una fuerte influencia tanto con la Ilustración y todos sus pensamientos, como con el cambio del Antiguo Régimen al Nuevo Régimen, protagonizado por la Revolución Francesa. El positivismo, llegó para, dentro de otras cosas, la reivindicación del modelo científico como único método de estudio. Así, el positivismo ha llegado a estar presente hasta nuestros días debido a sus ideales progresistas
Introducción
La carrera de Contabilidad esta vinculada con la materia de Teoría del conocimiento, ya que ambas son ciencias sociales que destacan con el conocimiento, el análisis, etc., de este modo, fue mi trabajo investigar, analizar, y sintetizar el trabajo del filósofo “Auguste Comte”. Así, el objetivo del presente trabajo es destacar la historia, antecedentes, la corriente epistemológica, el objeto de estudio, criterios de validez, y terminar con una conclusión. Cada una de estas es de suma importancia puesto que permitirá analizar y comprender la vida y obra de este personaje histórico.
El paradigma es un ejemplo o modelo de algo, dicho de otra manera, es un conjunto de creencias y actitudes, como una visión del mundo “compartida” por un grupo de científicos que implica una metodología determinada y durante el siglo XIX el positivismo fue el paradigma que domino con mano de hierro.
Cabe destacar que el positivismo es un sistema de carácter filosófico que está basado en el método experimental. Se caracteriza por rechazar las nociones a priori y todo concepto universal y absoluto. La única clase de conocimientos que resulta válida es el de carácter científico, el cual surge de respaldar las teorías tras la aplicación del método científico.
Auguste Comte fue el primer personaje que utilizó la palabra positivismo. De esta manera podemos decir que surge en Francia a inicios del siglo XIX. Comte se interesó por la reorganización de la vida social para el bien de la humanidad a través del conocimiento científico, y por esta vía, del control de las fuerzas naturales.
De este modo, la iglesia y los pensamientos que dominaron durante toda la Edad Media no fueron válidos o importantes para esta nueva postura por causas que se describirán más adelante.
Antecedentes
El Renacimiento es uno de los grandes momentos de la historia universal que marcó el paso de mundo Medieval al mundo Moderno. Es así que (Xirau, 2011) afirma que “el siglo XVII es, a su vez, la consecuencia de aquella revolución científica, de aquel racionalismo filosófico, de aquel deseo de comprensión de las cosas a partir del hombre que empezábamos a barruntar a fines de la Edad Media y a ver surgir, ya en forma explosiva, durante los siglos XV y XVI.” (pág. 285)
Fue así que el Renacimiento estuvo caracterizado por diferentes circunstancias que (Capitán, 1984) dice que este ellas están “el recelo que primó en la sociedad, principalmente, en los grupos letrados respecto a la cultura medieval; la síntesis de la cultura clásica; los procesos de innovación y renovación cultural y económica y, los procesos de continuidad de la cultura medieval, en un claro ascenso y transformación, pero no de ruptura total, mediante los que se asimilaron los valores culturales de la Edad Media, en marcos contextuales diferentes. Aquello que en apariencia podría verse como antagonismo y ruptura cultural, no fue más que la continuidad –no linealidad– propia de las épocas que se caracterizan por ser tensas, de nexos y de dinamismo.” (pág. 157)
Fue fenómeno muy complejo que impregnó todos los ámbitos yendo por tanto, más allá de lo puramente artístico como ha querido verse. Será a partir de este momento cuando ya cobrará fuerza el redescubrimiento del hombre como individuo, el redescubrimiento del mundo como armonía y realidad que rodea al hombre liberado de todas las preocupaciones religiosas.
Además, el siglo XVII trajo la era de la revolución científica, quizás el cambio de orientación más importante en la historia de la ciencia. Los estudiosos empiezan a preguntarse cómo ocurren las cosas. El "nuevo método", una actitud nueva ante la ciencia consistía en investigar la naturaleza con los propios sentidos y expresar las observaciones científicas en un lenguaje matemático exacto. La importancia del razonamiento especulativo cedía terreno ante la experimentación y el método hipotético-deductivo, científico por excelencia. La interpretación de los fenómenos desde una óptica mecanicista, acompañada de una base matemática, se impuso.
Ligada a esa situación de crisis planteada por la Revolución francesa, y en un momento de la evolución científica señalada por amplios éxitos en las ciencias de la naturaleza, se va a determinar y estimular el pensamiento de Augusto Comte (1798-1857), que va a intentar la reestructuración del orden social, que había quebrado la reforma intelectual, "no es posible rehacer la sociedad por una acción práctica directa, sino hay que dar primero nuevos hábitos a la inteligencia acordes con el estado actual del progreso del espíritu humano". Porque para, Comte, volver al pasado es imposible, todo el problema consiste en crear un nuevo poder espiritual, que mantenga la unidad intelectual y moral de la sociedad y la dirija. El objeto del Curso de Filosofía Positiva de Comte – señala Gurvich- “es una reforma intelectual que conduzca a la elaboración de una doctrina incontestable – el positivismo- es capaz de servir de dogma a un nuevo poder espiritual, punto de referencia de la reforma social”[1]
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