Principales Doctrinas éticas
Enviado por Orlaz • 24 de Abril de 2015 • 784 Palabras (4 Páginas) • 268 Visitas
Principales doctrinas filosóficas (5)
Ética según Platón
El bien supremo, al cual debe tener todo comportamiento moral, es la bondad y ella es el objetivo natural de todo lo existente. La virtud, concebida como el orden espiritual y la armonía del alma, es indispensable para obtener la felicidad. Entonces, el Estado tiene como misión fundamental educar en la virtud. El ideal de la política es el hombre perfecto en el Estado perfecto y esa perfección se sitúa en la espiritualización (desmaterialización del alma, progresivo retorno al mundo de las ideas eternas e inmateriales de la bondad y el bien).
Ética según Aristóteles
Aristóteles afirma que dado que todo arte y toda investigación científica, así como acciones y elecciones tienden a un fin. Este fin, no solo debe ser un bien, sino el bien soberano, que dé sentido y al cual tienda toda acción humana. Este fin es la felicidad, pero existe la disputa de la esencia de la felicidad. Afirma que el bien y la felicidad son concebidos por lo común a imagen del género de vida que a cada cual le es propio.
Divide tres tipos de vida:
• El vulgo. Ponen el bien supremo en la riqueza y el placer. Niega esta razón, pues son bienes particulares, instrumentales y efímeros, y el bien supremo debe de causar todos los demás bienes.
• La vida política. Identifica la felicidad con el honor. Rechaza esta idea porque es un bien superficial.
• Los doctos colocan la felicidad en la vida contemplativa.
Dicho final debe ser absoluto, que se apetezca siempre por sí y jamás por otra cosa. Es el bien autosuficiente, el más deseable de todos los bienes. La felicidad la define como un acto que sea propio del hombre como hombre para que pueda ser el objetivo final de cada hombre y de todos los hombres como tales. Obedece a la razón y a su vez, es poseedora de la razón.
Ética según Tomás de Aquino
Santo Tomás dice que todo hombre obra por un fin y que todos los hombres anhelan un fin último, obtener su propia perfección. Afirma que la felicidad o fin último del hombre no se sitúa en las riquezas, honores, fama, poder, placer ni bien corporal. Explica que la felicidad del hombre es un bien increado, es decir Dios, el único que puede hacer plenamente feliz al hombre. La felicidad del hombre es la posesión misma de ese bien infinito, especialmente mediante el conocimiento y el amor.
Según Santo Tomás, el hombre si puede alcanzar la felicidad perfecta y total en la visión beatífica, pero en esta vida no la podemos tener pues no podemos evitar todos los males y no podemos tener la visión de la esencia divina.
Analiza el acto voluntario, como acciones humanas cargadas de moralidad. Los actos no deliberados no son calificables morales. En cada acto voluntario se distingue el acto exterior e interior o su intención. Muestra que para que un acto humano sea moralmente bueno,
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