Que significa las Canastitas
Enviado por Caro Aich • 25 de Junio de 2017 • Reseña • 448 Palabras (2 Páginas) • 200 Visitas
CANASTITAS EN SERIE.
B. Traven en Canasta de cuentos mexicanos.
Comentario.
En dicho relato, se dan a conocer varias posturas sociales y económicas. Comienza con la del americano, ávido de riqueza y provisto de dotes para los negocios, el cual cree que tiene la habilidad de descubrir lugares inexplorados por el turista “común”. Éste es un personaje que, a mi parecer, describe la esencia del capitalismo, ya que, uno de los fines de su extenuante viaje, es, sacar provecho de él monetariamente mediante una transacción injusta de compraventa con un habitante de la región (un vendedor de canastas tejidas a mano). ¿Y cómo el señor Winthrop pretende hacer el negocio de su vida en base a “chácharas” extranjeras? Fácil.
En primera instancia se acerca al Oaxaqueño de una manera sutil e incluso amistosa a comprarle cien canastitas, no por muy debajo de su precio habitual, ya que, en algunos casos, el artesano, aminoraba el precio de la mercancía hasta en un 75 por ciento. Después vuelve a la ciudad de Nueva York, a seguir con el negocio, llegando a un local de chocolates a revender el producto e inflando exageradamente el importe particular de la canasta. El nuevo comprador le hace una oferta bondadosa con la condición de recibir una suma de 12 mil productos y el señor Winthrop vuelve a México con la cabeza por los cielos, habiendo hecho cuentas y planes a futuro en base a la recompensa monetaria que esperaba recibir. Pero el americano es sorprendido por el artesano, ya que éste se niega a mantener el precio inicial multiplicado por 12 mil canastas que el capitalista esperaba recibir.
Aquí es donde entra otra postura. En la historia, podemos darnos cuenta de que al artesano no le interesa el capital. Al mexicano, lo que lo motiva es el trabajo por el trabajo mismo, al hacer de manera diferente cada una de sus canastas, con un fin recreativo y económico (pero no de la manera en la cual el americano lo ve). Al lugareño le importa más su ganado y su sembradío ya que esa es su manera de vida, a la cual, unos cuantos fajos de billetes no hubieran cambiado gran cosa.
Me hizo reflexionar sobre el comercio no industrial, cómo al pasar los años, los consumidores pagamos un precio de fábrica sin chistar (nadie se va a poner a regatear en Liverpool) pero, en cualquier oportunidad, intentamos “ahorrar” con artesanos locales a pesar de que algunos de esos productos son únicos. Me dio coraje imaginar una canasta provista de tanto valor sentimental y laboral, siendo reducida a una simple etiqueta, un producto vendido en masa o bien, siendo arrojada la mesa más cercana, producto de un acto de “caridad”.
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