Qué Es La Antropología Filosófica

La antropología filosófica es la ciencia del hombre que investiga todo lo que puede saberse acerca de su naturaleza, en cuanto ser dotado de cuerpo, alma y espíritu, y de todo lo que el hombre, como ser actuante, hace de sí mismo (M. Heidegger). Pone como centro de su reflexión al ser humano, busca comprender al hombre como un ser que vive y sabe que vive. Él es el único ser que necesita comprenderse para saber quién es, quién quiere ser y qué puede realizar. “La antropología filosófica no crea ni inventa los problemas del hombre; los encuentra, los reconoce, los asume, los examina críticamente” (Gevaert). El misterio del hombre solo se esclarece si el ser humano es considerado como hombre, es decir, si se admite la igualdad radical de todos los hombres y su heterogeneidad respecto de los demás seres de la naturaleza.

La urdimbre humana cubre un inmerso arco de dimensiones y contrastes que hacen difícil su comprensión, porque muchas veces suscitan en el hombre comportamientos diversos y hasta opuestos. Al encerrarse en sí mismo y romper con el exterior, se reduce voluntariamente al mínimo de su capacidad existencial perdiendo su verdadera identidad. Semejante pérdida ha originado una actitud agnóstica en amplios sectores de nuestra cultura.

¿Quién es este ser que soy yo? (San Agustín). Es la cuestión que todo hombre tiene que plantearse cuando se compara con los demás seres y se experimenta distinto a ellos. Cuando se contrasta con el animal, con los demás hombres y con Dios. Los tres espacios son necesarios para responder acerca del existente humano, aunque ninguno constituye el acceso definitivo. Al pasar el tiempo, varios antropólogos dieron su definición de lo que es la antropología filosófica, como por ejemplo J. Y. Jolif, que dice que es la búsqueda de la esencia humana y de su fundamento ontológico. Por eso la define como la ciencia que se interroga sobre la verdad del hombre en virtud de la misma preocupación que la lleva a asegurarse críticamente de su fundamento.

Los filósofos del hombre advierten la dificultad de su empresa, al tomar conciencia de que el objeto de su investigación, el hombre, es un ser de naturaleza indefinida, un animal aún no fijado, como recuerda Nietzsche, una cuerda entre dos abismos. La dificultad estriba en la determinación temática y en la precisión metodológica de un conocimiento de esta clase. Por ser filosófica y si no quiere quedar reducida a un mero análisis existencial del ser humano, esta disciplina debe remontarse a la universidad de la esencia, pero sin perder por ello el aspecto circunstancial y concreto de los fenómenos que contempla.

La posibilidad de la antropología filosófica y su historia, atestigua que el ser humano es sujeto que se pone a sí mismo como objeto de su reflexión. La filosofía actual se hace antropológica en el momento en que libera al sujeto pensante

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