RESUMEN PENSAMIENTO CRISTIANO.SANTO TOMAS DE AQUINO
Enviado por juan123tuiran • 31 de Octubre de 2022 • Documentos de Investigación • 2.411 Palabras (10 Páginas) • 206 Visitas
RESUMEN PENSAMIENTO CRISTIANO.
INTEGRANTES:
Karol Duran
DOCENTE:
Dr. Edgar Córdova Jaimes
FACULTAD DE DERECHO
UNIVERSIDAD DEL SINÚ – ELÍAS BECHARA ZAINÚM
MONTERIA – CÓRDOBA
SANTO TOMAS DE AQUINO.
El pensamiento político de Tomás de Aquino esta conexo a una concepción cristiana del mundo donde todo lo que pasa en el marco de las relaciones sociales y el desarrollo de los estados es cimentado por Dios. Por su parte, él cuenta aceraciones ideológicas con respecto a Aristóteles y el pragmatismo con el que cuenta para estudiar las constituciones políticas de los estados. Es por esto que para Santo Tomas el hombre es un ser social y político, y esa la causa por la cual las personas deciden crear sociedades de distintos tipos hasta conformar estados, puesto que entienden que existen una serie de necesidades que deben ser reemplazadas.
De esta manera (formando un estado), considera que el hombre puede retribuir todas sus faltas naturales al estar sumido en un componente social en el que pueda dotarse de otros para la subsistencia de todos. Esto es, reconocer que el individuo por sí mismo no puede abastecerse por lo que necesita de ayudas de otros para suplir una serie de necesidades que no serían posibles sin los mismos, de esta manera se forma un tejido social que permite de cierta manera el desarrollo de los estados: a través de suplir necesidades de manera conjunta.
Ahora, con la existencia de los estados y el desarrollo de una sociedad política se hace necesario en su mismo punto la coexistencia de justicia y rectitud del mismo, puesto que son fundamentos primarios en Santo Tomás para alcanzar el bien común; por tanto, un estado justo es aquel que pretende lograr el bien común. Desde este punto de vista, el estado no solo debe suministrar a los hombres las mejores condiciones de subsistencia, sino también aquellas que le permitan alcanzar la felicidad que anhelan, para que, de este modo, los individuos puedan vivir bien.
Teniendo en cuenta lo anterior, debe hacerse mención que para los griegos el bien común era una virtud, y conforme a esto Santo Tomas indica que el vivir bien se trata de vivir según la virtud en función de la realización de la naturaleza humana. Es por esto que no basta simplemente la prosperidad material para alcanzar aquella naturaleza; sino una espiritual, y por tal motivo, los ciudadanos de una comunidad política deben ser dirigidos por hombres sabios y prudentes que pueda impulsar a que lo logren.
Por otra parte, el bien común y el papel del hombre dentro de las sociedades va más allá de una mera función superflua, puesto que el hombre está en este mundo como un viajero. Es por esto que para Santo Tomás la sociedad debe contribuir a que llegue a alcanzar su destino; esto es, llegar a la posesión divina mediante una vida virtuosa. Por tanto, es apreciable en este pensador las formas en que las sociedades conviven respecto a un todo en conjunto, los estados posibilitan la subsistencia del individuo y el cumplimiento de sus pretensiones morales.
El poder.
Por consiguiente, si una ley positiva es injusta debe ser desobedecida.
Formas de Gobierno.
Respecto a las formas de gobernar, Santo Tomás recalca las ideas propuestas por Aristóteles respecto a la división de los regímenes políticos, entendiendo que debe distinguirse entre la monarquía, la aristocracia y la democracia, explicando sus formas prácticas y las características esenciales de cada una. En principio, la monarquía realiza el ideal de unidad del gobierno; en la aristocracia se destaca la elite dirigente, constituida por los hombres más sabios y mejores preparados; y en la democracia se les da la posibilidad a todos de ser oídos, atendiendo a los intereses y aspiraciones de los ciudadanos.
Para este pensador, esos 3 objetivos (unidad de gobierno, sabiduría para gobernar, atención al pueblo), deben ser realizados en plenitud por cualquier gobierno para que se alcance un correcto orden social. Por consiguiente, la mejor forma de gobierno resultara de una combinación de esas 3 formas, es decir, monarquía y aristodemocracia. No obstante, Santo Tomás recalca que debe tenerse en cuenta la situación concreta de cada sociedad, puesto que no hay un modelo político ideal para todos los pueblos, puesto que los regímenes y las formas de gobierno deben adaptarse a las condiciones de los mismos.
Conclusión.
A título conclusivo, he de significar que las ideas políticas de Santo Tomás, si bien corresponden a una perspectiva cristiana respecto a los modos de entender las sociedades, estas ideas no versan de manera radical con respecto a lo que planteaban los griegos (vemos que Santo Tomás se apoya mucho en el pragmatismo de Aristóteles), y las formas de gobernar en la expansión helenística. La visión cristiana del mundo corresponde a un carácter de entender el origen o la causa primera de instituciones como el rey, el derecho y lo que deriva de los mismos, así como el fundamento por el cual se alcanza un objetivo final, marcando de esta manera la vida del individuo de principio a fin.
En este sentido, podría seguirse la línea de pensamiento respecto al mando, obediencia y obligación; entendiendo que desde el principio el hombre se encuentra guiado por leyes divinas provenientes de Dios que dirigen las pretensiones que deben encuadrarse en las leyes positivas, siendo Dios el mando en la vida del hombre. Siguiendo esta concepción, el hombre nace y se desenvuelve entre virtudes como el bien común o la justicia que son la representación concreta de un buen mando; por consiguiente queda la legitimidad a esa figura y la obediencia de las leyes de Dios, pues, el objetivo de cierta forma se configura en cumplir con lo que él ordena; hasta llegar a la obediencia, que corresponde la figura voluntaria de aceptar la legitimidad de quien representa a Dios en la tierra para así cumplir las leyes provenientes del mismo.
SAN AGUSTÍN DE HIPONA.
Sobre San Agustín hay que referir que sus ideas se desarrollan en una época de consolidación y expansión del cristianismo, donde, además, con la adopción del cristianismo como religión oficial, permitieron que el pensador pudiese desarrollar sus ideas políticas a razón de sustentar su propia escuela de la gracia divina; doctrina que abarca toda su teoría respecto a la política. Desde un primer postulado, San Agustín entiende que la naturaleza humana esta desviada producto del pecado con el que nace, es por esto que resulta inminentemente necesaria una intervención divina que pueda otorgar al individuo la guía necesaria para su desarrollo espiritual.
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