Reflexion de la odisea

Luego de leer la Odisea, me di cuenta de que ésta gran obra posee un estilo propio que, a mi parecer, es totalmente digno de ser imitado, ya que refleja las angustias y deseos de hombres y mujeres de la época, transportándonos a la cultura helénica y demostrándonos que, a pesar de su diferencia con la cultura occidental que tenemos hoy en día, poseemos las mismas inquietudes y ambiciones. Es, desde sus primeras páginas, una narración apasionante, puesto que nos da a los lectores la facilidad de adentrarnos en el texto, ya sea para que la disfrutemos amenamente o para ahondarnos en la sorprendente variedad y riqueza de su contenido, logrando acceder a significados que raramente se pueden captar en lecturas despreocupadas.

Me gustó que Homero, para explicar las causas y consecuencias sicológicas, hacía uso de los Dioses. ¿A qué me refiero? A que delegaba los deseos e inquietudes en estos. Entonces, en éste mundo, si los Dioses fueron quienes lo crearon, ¿cómo no iban a participar en la vida de las personas para evadir sus miedos a todo lo desconocido? Es por esto que se puede hacer una disección de ellos, consiguiendo dividirlos en los que eran fenómenos naturales, o los representaban, como el mar, viento y tormenta, y a los que encarnaban los deseos emocionales. Es por esto que pienso que todo lo sobrenatural que aparece en la obra, bien pueden ser símbolos de situaciones, sentimientos o individuos que aparecen en nuestras vidas (vidas griegas en éste caso).

Otro punto que me gustaría resaltar, es cómo Homero usa la aventura como la máxima de los deseos humanos, el ansia de libertad, y sobre todo del seguir el camino hacia lo desconocido, cueste lo que cueste, enseñando que lo más importante es no perder el norte, no desviarse de los propósitos y no permitir que la esperanza de llegar a donde quieres se desvanezca.

Finalmente, adoré como el autor se detiene en aspectos fundamentales para el hombre, como el problema del conocimiento, las concepciones políticas, la vida después de la muerte y la necesidad de hacer justicia, analizando el papel de la mujer, del trabajo cotidiano, del amor y del disfrute. Al adoptar el método de la interpretación simbólica, que hoy es poco utilizado, pero, en cambio, muy común en la Grecia Antigua, el autor asume un riesgo que se ve ampliamente recompensado cuando los hilos conductores que nos habían guiado a través de la Odisea se encuentran finalmente para ofrecernos una primera caracterización del hombre occidental.

Para terminar, tengo que decir que la Odisea es una obra de arte, y las obras de arte para contemplarlas bien se tienen que sentir, para poder conectarla con los mensajes que Homero nos quería transmitir y comprendiéndola para poder hacer nuestra propia obra, moldearla a nuestro antojo y vivir nuestra propia Odisea.

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