Reflexión de “Antropología para inconformes”
Enviado por 1409200014092000 • 14 de Mayo de 2021 • Ensayo • 2.067 Palabras (9 Páginas) • 210 Visitas
Instituto de Educación Superior de Tabasco Santo Tomás de Aquino
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Etapa de Filosofía
Reflexión de “Antropología para inconformes”
Alumno:
Román Abel Pérez Díaz
Número de lista:
19
Materia:
Antropología Filosófica II
Docente:
Pbro. Arq. Jesús Alfonso Domínguez de la Cruz
Villahermosa, Tabasco, a 28 de abril de 2021
Introducción
Si se habla de la persona, se tienen que abordar puntos que son importantes para su explicación y comprensión de algunos de sus comportamientos, actitudes y maneras de actuar, y uno de ellos es la libertad, con un cierto grado de dificultad, ya que es parte del alma racional de la persona, y que sin duda alguna puede generar aberraciones en el actuar de la misma, pues el mismo hombre ha generado una ambigüedad llamada libertinaje, pero, ¿Cómo podemos entender la libertad? Existió una corriente que se apoya en la voluntad, y que fue un gran punto de análisis para entender un poco más sobre este misterio llamada persona.
Voluntaristas
La libertad, una palabra que puede tener muchos significaos, dependiendo el enfoque, que sin embargo es determinante para adentrarnos en el estudio de la persona, es una cualidad intrínseca a él, es propia del hombre al tener alma intelectiva, es “exención de trabas, exención de determinación procedente del exterior, con tal de que dicha exención vaya unida a una cierta facultad de auto determinarse espontáneamente” (Brugger, 1969), importante aquí resaltar como primer punto exención, la libertad no depende de determinaciones externas o de restrictivas, el sujeto que tiene libertad no depende de otro para llevar a cabo una acción, no es como un títere que es controlado por hilos, sino que puede realizar cualquier acción de manera consciente, por eso se utiliza “auto determinación” para indicar que la misma persona establece lo que quiera y lo que desee hacer, la acción que ejecutará. Controla sus movimientos, sus decisiones, sus pensamientos, sus intereses, es dueño de su vida, por esto la persona es por naturaleza libre.
En esta especulación, la voluntad es un punto importante en el estudio de la persona, ayuda a comprender ciertos comportamientos y a descubrir ciertas capacidades en el hombre, esta se puede considerar como “facultad espiritual que el hombre posee de afirmar o tender a los valores intelectualmente conocidos” (Brugger, 1969), la primera clave aquí es facultad propia del hombre, o sea que única y exclusivamente de este, ya que el alma, que es su parte espiritual, es intelectiva y posee ciertas cualidades que lo difieren de los animales; la segunda clave es tender a, es un deseo, una inclinación, se dirige hacia un objetivo, la voluntad en la persona es un acto que se dirige a un fin. Lo propio de la voluntad es el ser como valor, pero manifestado en virtud de la capacidad intelectual y arbitraria del ser humano, pero esto no limita la capacidad de la voluntad, porque el hombre puede sólo dirigirse voluntariamente hacia lo que su criterio da como bueno, así como puede dirigirse al bien en sí por su propia voluntad.
A saber en primera instancia, que la persona dentro de sí, en su unidad substancial posee dos talantes que lo distinguen de los demás seres, libertad y voluntad, se descubre un poco la gran máscara en el misterio del hombre, que parecía imposible por muchos años. Pero no se conforma con saber sólo que aquellas cualidades están en sí mismo de manera inmanente, sino que también busca conocer cómo estas capacidades únicas en él son generadas, cuál es su principio, cómo se da su origen; y en la historia, se han dado múltiples intentos por explicar la libertad de la persona, dentro de estos se encuentra un sistema filosófico que limitaban ésta dentro de la voluntad.
Tiene su historia remota en el siglo III a.C con los epicúreos, filósofos que postulaban que “la libertad solo era posible precisamente por la inexistencia del concepto de destino, y que por lo tanto el azar, Epicuro entendido como ausencia de causalidad, propiciaba la existencia de libertad. Y era la libertad la que posibilitaba el hedonismo” (Revista de Historia, 2017), para ellos la libertad venia de la voluntad de la propia persona, no existe una voluntad externa a el hombre que tenga establecido cómo será su vida, o de qué forma llevará a cabo ciertas cosas, el hombre hacía lo que le parecía conveniente para sí, se es libre porque nos regimos por nuestra propia voluntad.
En la Edad Media, uno de sus principales exponentes es Juan Duns Escoto, aseverando de manera tajante y somera que la libertad reside únicamente en la voluntad, colocando de una manera limitada la libertad, y siendo incluida dentro de las características de la voluntad, no puede accionar por la dependencia que tiene hacia la voluntad de la persona. Guillermo de Ockman hace una reflexión un poco más profunda, sobre el actuar de la voluntad, en donde se nota que “La voluntad puede libremente querer algo y no quererlo en tanto que algo es obrado por el volente,... sin inmutación ninguna externa” , aquí la libertad está convenientemente adherida de la voluntad, es un acto que está unido a modo de servicio de la voluntad, sin embargo aquí se toma en cuenta la acción del Ser dentro de la persona, al referirse como volente afirma que está unida a la mediación de un Ser Supremo que rige las acciones.
Después entra en telón la Edad Moderna, destacando las aportaciones, primeramente de René Descartes en su obra “Principios de Filosofía” que plantea “quienquiera que resultase habernos creado, y aun cuando se probase que fuera todopoderoso y engañador, seguiríamos experimentando la libertad con la que podemos abstraernos de aceptar como verdaderas e indisputables aquellas cosas de las que no tenemos conocimiento cierto” (Descartes, 1644), el autor está mencionando a un Ser creador que en automático es controlador por su voluntad de lo que crea, sin embargo cabe resaltar que en este punto que la libertad está dentro de la voluntad de este Ser y de manera inferior, sin embargo lo interesante aquí es la afirmación de que a pesar de estar sujetos a una voluntad, nuestra libertad es respetada, es parte de una voluntad pero al mismo tiempo es independiente en cada persona, por eso la persona puede decidir lo que es bueno para él, sin sentir una dependencia a esta voluntad suprema. Y Suárez tratando de despejar esta incógnita sobre libertad y voluntad nos menciona que “el uso de la libertad consiste próxima y formalmente en el acto libre de la misma voluntad... La misma voluntad es libre de por sí”, sin embargo, se cae en la dependencia de la libertad hacia la voluntad, pero de una manera, por así decirlo, recíproca, ya que la sola voluntad posee la libertad inmanente en ella, forma parte de su actuar, no obstante, la libertad tiende más a depender de la voluntad. Forma parte de la voluntad, pero al mismo tiempo la complementa.
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