República II Platón

La ciudad tiene su génesis gracias a una constancia o una certeza humana, se sabe que ninguno es capaz de bastarse a si mismo, si no que necesita de muchas otras personas para tener cosas ineludibles, como lo son la alimentación, la vivienda, ropa y varias más. Para atender estas necesidades se debe tener tiempo y dedicación, por lo tanto una persona no podrá satisfacerse adecuadamente a sí misma, entonces, la ciudad se construirá por nuestras necesidades y las de otros, lo que generara una naturaleza comunicativa y social. La relación de los seres humanos es lo que crearía la justicia, tema central de la República II de Platón; este pensador se concentrara en definir el concepto de injustica y justicia, llegando a la conclusión de que el ser justo es mejor.

Se supone que todo hombre ha de ser justo, porque la justicia es el medio perfecto para llegar al bien común, pero como todo en el mundo, existe un contrario, lo que se vendría llamando injustica, esta sería concretada como todo acto que busque un beneficio propio, violentando o ganando recompensas fruto de sus injusticias quitando bienes del otro. El hombre justo siempre se verá tentado a hacer injusticias puesto que las injusticias permiten tener más recompensas que las justicias.

Aquí es donde se ve el problema de todas las sociedades, como claros ejemplos de ciudad infectada, es decir, la ciudad que es codiciosa, ambiciosa y siempre tendrá la necesidad de tener cada vez más de lo que tiene actualmente, forjando al hombre actual, feroz por el oro, la riqueza y el poder; promoviendo lo que no sería el verdadero sentir de justica, cayendo en la injusticia. En esta ciudad el hombre justo hace justicia por lo que genera y no por lo que verdaderamente es, el bien común. Aquí el hombre más acertado es el injusto, puesto que el justo será el que reciba las injusticias y a su vez, se verá una modificación en su conocimiento de lo justo, lo que cambiaría sus actos justos en injustos.

Como su contra parte, el hombre justo y la ciudad sana serán los trozos más grandes para una convivencia perfecta entre los hombres. El hombre justo será ya un verdadero hombre justo, ya que no le importaran las consecuencias de sus actos, si no que hará justica por el bien que conlleva hacerlo, al realizar bien la justica, demostrara a sus prójimos que no es necesario vivir deseando los bienes de los otros, conformándose con los que tiene, misma definición de una ciudad sana, porque la ciudad es el fiel reflejo del ciudadano.

Se puede resumir que es peor sufrir que hacer una injustica, ya que uno recibirá más cometiendo un acto injusto; se sabe que si todos los hombres tuviésemos una libertad amplia o un poder que nos haga invisibles, siempre tenderemos a codiciar y reservar las riquezas y las delicias de todos. Pero como los seres humanos son sociales por naturaleza, deberían seguir el camino de la justicia, conformando un estado o una polis

...