Respeto
Enviado por Zerep666 • 24 de Junio de 2023 • Apuntes • 1.052 Palabras (5 Páginas) • 122 Visitas
“RESPETO” 12 de Abril 2.015
“El respeto al derecho ajeno, es la paz para todos…”, esta cita tan sabia de R. Tagore, se pone en manifiesto en un momento de nuestra historia, en que los valores morales y éticos se ven tan solo como un recuerdo muy difuminado en nuestra sociedad actual. Cada día y de forma muy triste, percibimos como la pérdida del respeto a todo nivel, se hace más y más evidente. Desde el respeto a la nación, para el cual no resulta ejemplificante un hipócrita de uniforme o civil, colocándose la mano en el pecho y cantando un “jingle” político/partidista, “Patria querida… (¡ja, ja, ja, sobre todo!) O nuestro si muy glorioso “Himno Nacional” (¡que en boca de ellos es una blasfemia!), en una concentración de masas y así parecer “patrióticos y dignos” … (¡ay, por favor!) y pocos minutos después, salir a insultar, agredir, atacar, denigrar, robar, engañar, corromperse con el erario nacional y fomentar cualquier cantidad de acciones, cuya evidente dudosa moralidad, contradice absolutamente toda norma establecida de respeto, decencia y honestidad. Me podría explayar sobre esto por horas, pero de momento, quiero que veamos esto desde un enfoque menos generalizado a nuestro rededor y mucho más urbano; como las decía previamente, constantemente tenemos que lidiar con una escala degradante de aquellos valores que normalmente deberían definir el trato con los demás; para eso, enfoquémonos en el hogar, donde ya se ha hecho notoria la disfuncionalidad de los modelos y jerarquías familiares, que se constituían en edificantes costumbres y buenas maneras, surgidas de su seno. EL RESPETO, compuesto proporcionalmente de dosis de admiración, aprecio, temor, educación, reciprocidad y aceptación, en formas más o menos equilibradas y variables, se ha difuminado tanto, como la transparencia del C.N.E. Los modelos ejemplificantes de refuerzo conductual, o brillan por su ausencia o enfocan erradamente su criterio a moldes actualizados, para tratar de ser cónsonos a la época que vivimos y no restrictivos, que los hacen una invitación al desprecio de valores familiares tales como la comunicación, normas, jerarquías, deferencia, educación, condicionalidad de aptitudes, sindéresis, comunión de ideas, afinidad y todos aquellos elementos que se constituyen en la base de la familia, que no debemos olvidar, es el núcleo de toda sociedad. …entonces… ¿cómo hacer para exigir valores cívicos, morales y ciudadanos a quienes o no poseen dichos valores o los que poseen son poco menos que una aberración de los principios familiares? Y no es algo de lo que se pueda culpar o aplicar tan solo a las nuevas generaciones, es un mal de la época que contagia incluso a generaciones previas, de los 40 hacia atrás y algunas casi ancestrales, que con gran pena también exhiben patrones distorsionados ofenderetinos, inmorales, impropios e irrespetuosos, con una naturalidad y regularidad que asusta; se explayan en demostrar que están al decadente nivel que aquellos con mucho, más jóvenes que ellos, independiente del nivel socio económico o cultural que posean, actúan de tales maneras, que se colocan entre lo más censurable y lo patético, es más, los principios que quizá alguna vez les fueran inculcados, parecen haberse perdido en el tiempo, como una lágrima en la lluvia, por lo que a veces me pregunto….¿ dónde o cuando, perdimos el camino? . No sabría decir a que o cuales factores, responsabilizar de eso, quizá la tecnología, tan útil y necesaria en infinidad de cosas, tenga en gran grado, una alta cuota de responsabilidad en este desbalance; los tremendos avances en la comunicación, son ambivalentes…me explico, acercan proporcionalmente, a las personas tanto como las alejan, es así, como a través de páginas sociales de Internet y aplicaciones “on line”, se contactan a personas conocidas, lejanas y en un inmenso porcentaje, absolutamente desconocidas (de las cuales, más del 90% jamás las conocerán) y crean un radical distanciamiento de familiares cercanos, a tal nivel, que existen hogares, en los cuales sus integrantes, escasamente se dirigen la palabra directamente e incluso, a nivel lúdico, los juegos y diversiones en red, tan populares hoy día, copan de tal forma las interacciones sociales, que aquellos que los juegan, son incapaces de jugar directamente juegos de mesa o diversiones en grupo, con sus familiares o conocidos reales. No es que los avances técnicos y comunicacionales minen por si mismos los verdaderos estamentos familiares y por ende, la base del respeto como valor fundamental, pero su contribución constante al proceso disgregativo de la familia, sí que lo hace y es justamente ahí, donde esas herramientas tecnológicas, si que juegan un papel preponderante en su utilización negativa. El mal uso de una herramienta y las consecuencias negativas que de su mal empleo puedan derivarse, no hace a la herramienta en sí, algo improcedente, nos hace improcedentes a nosotros los usuarios….pero no son las tecnologías las que deben responsabilizarse de la falta de respeto o la pérdida de valores, son nuestras conductas las responsables de este degradante proceso y la matriz de ejemplo que demos a las generaciones por venir o las ya existentes, que carecen de dichos ejemplos comparativos, para reforzar sus modelos conductuales y que en muchísimos casos, tienen como nana o niñera a la televisión o la Internet. Si queremos fomentar el respeto, debemos empezar a dar ejemplos de respeto, pues jamás puedes exigir, aquello que no das. Desde el hogar y el seno familiar, siguiendo por otros familiares y vecinos, hasta todos los demás, pues para merecer respeto, debes darlo y colocarlo en la palestra de los valores morales y personales de nuestra propia existencia y jamás olvidar, que en el caótico mundo que actualmente nos ha tocado vivir, las retribuciones a las malas conductas, ¡pueden ser muy nocivas para la salud y la integridad física!!!!…que lamentable, ¿verdad?
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