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Resumen Los Hundidos Y Los Salvados


Enviado por   •  5 de Diciembre de 2014  •  1.547 Palabras (7 Páginas)  •  1.549 Visitas

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RESUMEN CAPITULOS 1 Y 2 DEL LIBRO

LOS HUNDIDOS Y LOS SALVADOS

JHONATAN HERNANDO GONZALEZ CASTRO

UNIVERSIDAD SANTO TOMÁS

INGENIERIA DE SISTEMAS

TUNJA

2014

RESUMEN CAPITULOS 1 Y 2 DEL LIBRO

LOS HUNDIDOS Y LOS SALVADOS

JHONATAN HERNANDO GONZALEZ CASTRO

ETICA

PRESENTADO A:

PROFESOR RAFAEL BOHORQUEZ

UNIVERSIDAD SANTO TOMÁS DE AQUINO

INGENIERIA DE SISTEMAS

TUNJA – BOYACÁ

2014

RESUMEN PRIMO LEVI LOS HUNDIDOS Y LOS SALVADOS

Capítulo 1 La memoria de los Ultrajes

Los recuerdos de las personas no están para siempre en su pensamiento; no sólo tienden a borrarse con el pasar de los años, sino que, con frecuencia se van modificando o inclusos aumentan literalmente.

Esta escasa facilidad para recordar recuerdos se entenderá cuando se entienda qué es lenguaje, con qué alfabeto están escritos; se conocen algunos de los mecanismos que facilitan la memoria en determinadas condiciones: los traumas, la interferencia de recuerdos concurrentes, estados anormales de la conciencia; represiones y distanciamientos.

En las condiciones más comunes se realiza un olvido que se puede llamar fisiológico y al cual pocos recuerdo resisten en la mente de las seres humanos, la misma que convierte el orden en desorden, la juventud en vejez, la que apaga la vida con la muerte.

El recuerdo de un trauma en una persona es traumático porque recordar es doloroso ya que quien ha sido herido tiende a rechazar el recuerdo para no recordar lo negativo o lo doloroso y quien ha herido arroja el recuerdo para librarse de él y así aligerar su sentimiento de culpa.

Es así donde nos encontramos ante una analogía entre la víctima y el opresor; el opresor es quien ha preparado y quien ha desarrollado el dolor de la víctima y es donde se deduce que el ultraje es incurable y necesitan un refugio y una defensa, y van instintivamente en su búsqueda casi siempre durante toda la vida.

Las diferencias entre lo verdadero y lo falso pierden progresivamente sus contornos y el hombre termina por creer completamente en el relato que ha hecho tantas veces y que sigue haciendo.

Es por ello que el paso lento y silencioso de la mentira y el autoengaño es útil: quién miente de buena fe miente mejor, recita mejor su papel, es creído con más facilidad por las personas que lo escuchan.

Quien acostumbra a mentir públicamente, termina mintiendo también en privado, mintiéndose a sí mismo, construyéndose una verdad confortable que le permite vivir en paz consigo mismo y aparentemente ante las personas que lo rodea.

Cuando una persona actúa negativamente o hace acciones malas hacia los semejantes se observa que la distorsión de los hechos está con mucha frecuencia limitada por la objetividad de los hechos mismos, sobre los cuales existen testimonios de terceras personas, pruebas escritas, contextos históricos documentados.

Se observa que es muy fácil alterar los motivos que conducen a una persona a una acción, y las pasiones que dentro de cada ser humano lo acompaña; por ello se observa que no hay respuestas creíbles. Los estados de ánimo son lábiles por naturaleza y aún más lábil en casa uno de sus recuerdos.

Se ha llegado a la conclusión que la mayor deformación del recuerdo de un crimen hecho o realizado es su opresión. También aquí los límites entre la buena y mala fe pueden ser vagos; detrás de los “no sé” o “no recuerdo” que se escuchan en la actualidad en los tribunales existen a veces el propósito de mentir, pero otras se trata de una mentira fosilizada. Encorsetada en una fórmula y el vacío de memoria o la verdad putativa que sugieren a los clientes tienden a convertirse en olvido y en verdad de hecho., pero no se puede distinguir si la persona sabe o no sabe que miente. Si se supone que el mentiroso se convierte por un momento en veraz, ni él mismo podría resolver el problema o dilema. Ya que en la representación de su mentira es un actor totalmente y no puede diferenciarse de él.

Por ejemplo Hitler era una persona muy malvada y su derrumbamiento no solo fue la salvación del género humano sino también una demostración del precio que se paga cuando se manipula la verdad, ya que quien recibe una ofensa o es víctima de una injusticia, no tiene ninguna necesidad de inventarse mentiras para disculparse de un crimen que no ha cometido;

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