Resumen Parte de la vida entre la infancia y la edad adulta
Enviado por juanlocoMAG • 7 de Octubre de 2013 • 2.260 Palabras (10 Páginas) • 488 Visitas
Esta parte de la vida está comprendida entre la infancia y la edad adulta. Podemos hablar de tres rasgos en su desarrollo: a) desarrollo orgánico, b)desarrollo social y c) desarrollo espiritual.
a) El desarrollo orgánico del joven modifica formas y funciones del cuerpo el cual se va transformando paulatinamente en adulto.
b) El desarrollo social del joven hacia la independización del hogar paterno y el familiarizarse con nuevas relaciones sociales es un proceso natural, radica en la propia naturaleza humana.
c) El desarrollo espiritual, a diferencia de los dos anteriores, no es un proceso natural, es un proceso cultural que se despliega en el juego conjunto de autoeducación y educación receptiva, con dificultades y esfuerzos orientados a conseguir la perfección. Precisando, además, de la maduración de funciones fundamentales como son las intelectuales, emocionales y volitivas; esto formará un adulto autónomo con valores y valoraciones, ideas e ideales orientados en un orden axiológico. Podemos dividir la etapa juvenil en cuatro fases:
- Prepubertad: en el sexo femenino comienza aproximadamente a los 10 y a los 11 en el masculino.
- Pubertad: 13 años y 14 años respectivamente.
- Crisis juvenil: 14 años para las niñas y 16 años para los muchachos.
- Adolescencia o juventud: para las jóvenes los 15 años y para los jóvenes los 17 años.
1) Prepubertad: Dejemos de lado los cambios físicos, por todos conocidos, que se operan en esta etapa y profundicemos en lo intelectual-afectivo-volitivo, ámbitos sobre los que se ven reflejados dichos cambios.
Labilidad del comportamiento: La conducta se hace disarmónica, por lo que decimos que hay labilidad del comportamiento, alternancia entre travesuras y relajamiento, batir un récord a toda costa y la pereza total, osadía y timidez, comunicabilidad e impenetrabilidad.
Disminución del rendimiento: Labilidad, negativismo y laxitud provocan una disminución visible del rendimiento tanto en el colegio como en el seno familiar. En la escuela están distraídos, aturdidos, olvidadizos y no muestran interés. En vez de atender en clase, se quedan "en babia", charlan, se ríen o leen bajo el banco papeles que van de mano en mano. Descuidan las tareas de su casa, sus carpetas dejan mucho que desear en cuanto a orden y limpieza se refiere. Hasta su escritura se muestra deforme, irregular con borrones y enmiendas frecuentes, lo que refleja la desintegración del movimiento por el crecimiento desmedido de los miembros superiores.
Todo el organismo psicofísico se inclina a una mayor fatiga, debido a que los órganos interiores no crecen en la misma proporción que las piernas y por eso sufren sobrecarga, particularmente pulmones y corazón. Por lo tanto su tamaño externo suele confundir en cuanto a su capacidad, pero en tanto no se complete el desarrollo interno, se debe dosificar el esfuerzo en esta etapa.
Son muy frecuentes los problemas de salud debido a una labilidad neuro-vegetativa, en especial problemas cardíacos, circulatorios, perturbaciones psicógenas y neuróticas. Desintegración y transformación psicológicas: Los caracteres de la etapa antes mencionados derivan en esta desintegración y disarmonía íntimas, para dar lugar a cambios profundos:
* transformación del pensamiento concreto en pensamiento abstracto: el pensar intuitivo concreto cambia por el pensar abstracto, es decir, no necesita ya asirse a las imágenes representativas del objeto; va independizándose de ellas. Esto se refleja en la formulación de definiciones. Empiezan a resolverse las operaciones lógico-formales; los alumnos se vuelven ahora maduros para el álgebra, su expresión oral y escrita gana en cohesión y lógica (supuesta la disciplina escolar necesaria). También se desarrolla el pensar técnico-constructivo que se iniciara a los 9 años.
* transformación de la memoria mecánica en lógico-discursiva: hasta los 12 años poseía el niño una memoria mecánica notable, a partir de esta edad decae su rendimiento puesto que su pensamiento se transforma y necesita relacionar lógicamente los contenidos para retenerlos.
* fantasía y problemática sexual: el abismo existente entre el ardiente desear y la dura realidad lo salva la fantasía, de ahí la importancia de la misma para llenar las lagunas de lo ignorado. Esto explica lo dañinas que resultan las publicaciones de tipo pornográfico, y lo necesaria que es la información verdadera y la formación en los valores para proporcionar al joven una piedra firme de la cual asirse en los momentos difíciles de la vida.
Formas de emancipación: Este afán de autodeterminación e independencia es la causa de formas de comportamiento que han inclinado a designar esta etapa como la segunda edad de la obstinación ya que la primera de similares caracteres se da entre los 3 y 5 años. Oponen resistencia al continuo tener que obedecer, a todo tipo de sujeción y responden con "obstinación" a toda intromisión en sus asuntos. La emancipación está dirigida a toda autoridad educadora, comenzando por los padres y siguiendo por los profesores. La voluntad y el mundo interior: La voluntad casi nada puede frente a los violentos impulsos que ahora aparecen, pues se hallaba ocupada en la conquista del mundo exterior, no es capaz de dominar el mundo interior recientemente descubierto. La voluntad poco puede frente a los violentos impulsos que ahora aparecen. De allí la necesidad de reforzarla mediante actividad física, mental y espiritual de tipo altruista.
Acciones pedagógicas: Es de fundamental importancia ver -detrás de la hostilidad, apatía, terquedad, afán de vivencias, emotividad- una gran inseguridad y una ardiente búsqueda. Por eso decimos que el prepúber necesita que se lo comprenda, que se le hable con suavidad pero con firmeza, con interés pero orientándolo, debido esto a que perdió su escala valorativa de la niñez y aún no ha adquirido la de su vida madura. Por ello su visión es crítica en el aspecto negativo de la palabra. Es necesario para una acción pedagógica eficaz tratar de ver lo positivo que nos presenta esta etapa como el afán de experiencias, su necesidad de conocer cosas nuevas, su emotividad de modo de canalizarlas no sólo hacia una instrucción sino a una educación integral.
2) Pubertad: A medida que va desapareciendo la disarmonía puberal, disminuye la desintegración de la conducta, típica de la etapa anterior. Las formas negativas de la conducta cesan repentinamente. Comienza a experimentar su mundo exterior: pensamientos, sentimientos, emociones, impulsos, aspiraciones y deseos, descubre su yo psíquico. Además descubre el mundo psíquico de los que lo rodean, estableciendo una distinción entre ambos. Descubre su yo, pero también alcanza la facultad de
...