Resumen Por Capítulos Didáctica Magna De Comenio
Enviado por LupitaValdezA • 4 de Septiembre de 2013 • 19.926 Palabras (80 Páginas) • 26.865 Visitas
CAPITULO 1
El hombre es la criatura postrera, la más absoluta, la más excelente de todas las criaturas.
Se fingió que él conócete a ti mismo había bajado del cielo;
Al pronunciar Pittaco, su famoso conócete a ti mismo, acogieron los sabios con tanto entusiasmo dicha sentencia, que para entregarla a la plebe afirmaron que había descendido del cielo, y cuidaron de que fuera inscripta con letras de oro en el frontispicio del templo de Apolo en Delfos, a donde concurrían gran multitud de hombres.
Sin embargo realmente descendió del cielo; pues resuenaen las sagradas escrituras la fuente de la eternidad, de la sabiduría, de la bienaventuranza; tú, mi hechura, mi imagen, mi delicia.
Sublimidad de la naturaleza humana; te elegí como compañero mío en la eternidad, dispuse para tu uso el cielo, la tierra y todo cuanto contienen, la esencia, la vida, el sentido y la razón, subyugue a tus plantas todas las cosas de la tierra, el cielo y el mar, por igual te corone de gloria y honor, me uní a ti, yo mismo.
¿hay alguna criatura ni en el cielo ni en la tierra que pueda gloriarse de tener a Dios revelado en su carne y mostrado a los Ángeles, no solo para que estupefactos vean al que deseaban ver, sino para que adoren a Dios, manifestado en carne, al hijo de Dios y del hombre.
Deben ser expuestas ante los ojos del hombre: ojala que todas estas cosas queden esculpidas, no en las puertas de los templos, ni en las portadas de los libros, ni en los ojos y oídos de todos los hombres sino en sus corazones.
Lo fundamental para el hombre es conocerse a sí mismo como una criatura de Dios que está hecho a imagen y a semejanza de Dios. Con esto nos da un panorama absoluto de los dichosos que somos al encontrarnos en esta vida.
CAPITULO II
EL FIN DEL HOMBRE ESTA FUERA DE ESTA VIDA
1.- Los dictados de la razón nos afirman que creatura excelente como lo es el hombre, debe estar necesariamente destinada a un fin superior al que todas las demás criaturas; a saber, que unida a dios, cumulo de toda perfección, gloria y bienaventurada goce con el eternamente de la gloria y beatitud mas absolutas.
2.- No será labor en el balde que reseñemos aunque muy a la ligera, los modos mediante los cuales dios nos a representado en esta vida nuestro último fin.
3.- la creación misma. Dios nos mando al hombre secamente que existiese, si no que, previa una solemne resolución le formo con sus propios dedos un cuerpo y le inspiro un alma de sí mismo.
4.-Nuestra misma constitución demuestra que no nos es bastante todo lo que en esta vida tenemos. Vivimos aquí una vida triple: VEGETATIVA, ANIMAL E INTELECTIVA O ESPIRITUAL.
VEGETATIVA; jamás se manifiesta fuera del cuerpo
ANIMAL; se dirige a los objetos por las operaciones de los sentidos y movimientos
INTELECTIVA O ESPIRITUAL; puede existir separadamente, como ocurre en loa ángeles.
Debemos suponer que ha de existir algo donde esta vida intelectiva alcance su mayor desarrollo.
5.-Todas las cosas que hacemos y padecemos en esta vida demuestran que en ella no se exige nuestro último fin, si no que todas ellas tienden más allá, como nosotros mismos. Cuantos somos obramos, pensamos, hablamos, ideamos, adquirimos y poseemos no es sino una determinada gradación, en la que, lanzados mas y mas allá, alcanzamos siempre grados superiores, sino que jamás lleguemos al supremo en un principio, nada es el hombre como nada existió en la eternidad; tiene su iniciación en el que el útero de la madre de la gota de sangre paterna. ¿Qué es el hombre al principio? Una masa informe y bruta.
Comienza después a moverse hasta que en el momento en el que por la fuerza de la naturaleza es esplendido al exterior, y poco a poco van entrando en función los ojos, los oídos y los demás sentidos. Con el transcurso del tiempo se manifiesta el sentido interno cuando se da cuenta de que ve, oye que siente y siente. Más tarde ejercita su entendimiento, advirtiendo las diferencias de las cosas; finalmente, la voluntad asume su función de directora, aplicándose aciertos objetos y apartándose de otros.
6.- El mismo conocimiento de las cosas va insensiblemente apareciendo como el resplandor de la aurora surge de la oscuridad profunda de la noche, y mientras dura la vida (a no ser que se embrutezca de un modo absoluto), recibe continuamente más y mas luz hasta la misma muerte. Nuestras acciones, en un principio, son tenues, débiles, rudas y en extremo confusas y paulatinamente se desarrollan después las potencias del alma con la fuerza del cuerpo, de tal manera que mientras tenemos vida no nos falta que hacer que proponer, que emprender; es un espíritu generoso siempre se dirige mas allá, pero sin que se vea el termino. No se encuentra en esta vida fin ninguno de nuestros deseos ni de nuestras maquinaciones.
7.- Si uno ansia bienes y riquezas, no hallara satisfacción de sus deseos, aun que posea el mundo entero, claramente nos lo dice el ejemplo de ALEJANDRO; si la ambición de los honores inquietase a otro no hallara reposo aunque el universo le adore. Si a los placeres se entregase, encontrar tedio en todas las cosas aunque inunden sus sentidos mares deleites, y su apetito pasara de una a otra cosa.
8.- el ejemplo de los moribundos nos demuestra que no todo acabo con la muerte. Aquellos que piadosamente pasaron aquí su vida se alegran de marcha a otra mejor; los que se hallaban dominados por el amor de esta vida presente y ven que han de abandonarla y a pasar a otra parte
CAPITULO II
EL FIN DEL HOMBRE ÉSTA FUERA DE ESTA VIDA
La suma criatura debe necesariamente tener un fin sumo
1. Que criatura tan excelsa como lo es el hombre, debe estar necesariamente destinada a un fin superior al de todas las demás criaturas; a saber, que unida a Dios, cúmulo de toda perfección, gloria y bienaventuranza, goce con él eternamente de la gloria y beatitud más absoluta.
Así claramente se deduce:
2. Aunque esto se halla suficientemente expresado en la Sagrada Escritura, no será labor en balde que reseñemos los modos mediante los cuales Dios nos ha representado en esta vida nuestro último fin.
• De la historia de la creación:
3. En primer lugar, Dios no mando al hombre secamente que existiera, sino que, le formó con sus propios dedos un cuerpo y le inspiro un alma de sí mismo.
• De nuestra propia constitución:
4. Vivimos aquí una triple vida: vegetativa, animal e intelectual
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