SOBRE EL CIELO DE ARISTÓTELES

SOBRE EL CIELO DE ARISTÓTELES

En esta obra, Aristóteles trata de mostrar su argumento acerca del movimiento, del hecho de que este sea eterno y donde expone los diferentes cimientos teóricos para su deducción teniendo en cuenta el efecto socio cultural que este provocaría luego de pensamiento.

Según Aristóteles, por cada movimiento debe existir un algo o cosa que provoque esta acción ocurrida, un algo o cosa que es generada o que por el contrario son netamente eternas. Que, si estas son generadas, son producto de un movimiento anterior considerado el producto de un suceso de cosas igualmente ocurridas, y desde este punto es donde se da la teoría Aristotélica en la cual se dice que el movimiento es eterno porque siempre debe transcurrir tras un acontecimiento previo a este.

No obstante, desde otro punto de vista, sí todo fuera eterno, se daría más concretamente una hipótesis en la cual al momento en que se retroceda el espacio u tiempo, cuando lleguemos al momento donde empezó un todo, siempre existiría un primer movimiento que daría origen a ese todo y que por ende antes de este primer movimiento todo se encontraría en un estado total de quietud.

Sin embargo, esta hipótesis tendría dentro de ella su propia contradicción, ya que para que toda la materia presente en el universo se encontrara en un estado de reposo total, debería existir anteriormente un movimiento ante este estado que haya obligado a la materia de permanecer en dicha mudanza o transición.

El entendimiento o en otras palabras conocimiento, es el haz bajo la manga y el arma principal del ser humano, de aquí mismo por qué a su hambre de saber cosas y esto es bastante beneficioso para las preguntas e hipótesis de Aristóteles, ya que obliga al humano a indagar sobre todo dando así este círculo vicioso donde un algo causa un movimiento y un movimiento causa el algo e así sucesivamente.

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