SOCIEDAD FEUDAL
Enviado por yorcelisb • 15 de Febrero de 2021 • Síntesis • 2.404 Palabras (10 Páginas) • 109 Visitas
Universidad Central de Venezuela
Facultad de Ciencia Económicas y Sociales
Facultad de Postgrado
Maestría en Gerencia Empresarial
Asignatura: Fundamentos Filosóficos de la Gerencia
La Sociedad Feudal
Integrante:
Yorcelis Brito
Caracas, Diciembre del 2020
La Sociedad Feudal
La Sociedad Feudal o Feudalismo, fue una organización social, política y económica basada en el Feudo que predominó en Europa entre los siglos XI y XIII, sus orígenes se remontan a la época de las invasiones, en el siglo V y que se extiende con distintas transformaciones hasta el siglo XVIII. El período feudal se caracterizó por un sistema social escalonado o jerárquico, organizado en forma piramidal, y que presentaba grandes desigualdades.
El Feudalismo se desarrolló bajo dos tipos de relaciones sociales de dependencia, estos fueron, el vasallaje y la servidumbre. El vasallaje, era una relación política, propia de los grupos privilegiados. El Rey se relacionaba solo con otros nobles y con los clérigos, y asimismo se establecían relaciones de dependencia entre nobles y clérigos. Por su parte, la Servidumbre, era una relación económica; esta relación la tenían entre sí los grupos privilegiados (nobleza y clero) con los no privilegiados (campesinos, artesanos).
La Sociedad Feudal quedó establecida en torno al siglo X, su estructura en la época, quedo dividida en tres grupos sociales que se mantuvieron hasta finales del siglo XVIII en Francia e incluso el XIX en España y Rusia. Estos grupos sociales eran muy cerrados y era muy difícil o imposible la movilidad social.
En primer y segundo lugar se encontraban las sociedades privilegiadas: La Nobleza y el Clero. La Nobleza se encargaba de defender la comunidad y por ser privilegiados disfrutaban de derechos y privilegios. El Clero, se encargaba de cuidar por la salvación de la comunidad Cristiana. Al igual que la nobleza gozaban de privilegios.
El tercer lugar lo ocupaba el Tercer Estado, su función era trabajar para la comunidad y eran los no privilegiados; sobre ellos recaía todo el trabajo y debían pagar impuestos. Eran la población sometida. La mayoría eran campesinos, pero en las ciudades, los artesanos y comerciantes formaban parte del tercer estado también.
La economía feudal se basaba en la agricultura. Durante los siglos V a XIV, la moneda fue un medio utilizado sobre todo por la sociedad privilegiada. Los campesinos vivían de la economía natural en la que los intercambios se realizaban bajo la forma de regalos o trueques con monedas de escaso valor en mercados locales. La unidad básica de producción era el feudo, que eran territorios controlados por los reyes, nobles y clérigos.
El Noble se caracterizaba por su pertenencia a un linaje. La nobleza se convirtió finalmente en hereditaria a partir del siglo XIII. Los linajes se desarrollaron a lo largo de toda la edad media. Los nobles disfrutaban de variedad de privilegios; no trabajan, no pagaban impuestos y no podían ser encarcelados por deudas. Además cobraban impuestos por distintos derechos feudales. A la nobleza se le permitía la ostentación en la vestimenta, se sentaban en los mejores lugares de las iglesias y podían ser sepultados en el interior de las mismas. El modo de vida de un noble, se identificaba por el rechazo al trabajo manual. La actividad de los nobles era la guerra. Las actividades más celebradas por los nobles eran la caza, los torneos, la guerra y las fiestas en las que abundaba el vino y la comida. Con el tiempo y la difusión de la escritura entre la nobleza, muchos nobles se animaron a escribir poesía desde el siglo XII.
El Clero tenía un estilo de vida variado; Los miembros del alto clero, llevaban vida de príncipes, disfrutando de banquetes y fiestas. La vida del bajo clero se asemejaba a la vida de los campesinos y artesanos del campo y las ciudades. En los monasterios la vida transcurría de acuerdo a la regla de la orden, que era un documento creado por el fundador, que regulaba todos los aspectos de la vida en el monasterio.
Los integrantes del Clero, no trabajaban, ni pagaban impuestos. Al igual que los nobles, los clérigos cobraban impuestos por distintos derechos feudales; el impuesto más importante
que cobraba la Iglesia era el Diezmo. Los clérigos tenían leyes propias y gozaban de otros privilegios, como la inviolabilidad de las Iglesias y el derecho de asilo a los huidos. Los clérigos formaban parte de la Corte o La Curia, además administraban justicia en su territorio. El Papa actuaba como un rey en su territorio.
Los campesinos y artesanos, representaban al Tercer Estado. Las categorías de campesinos más importantes eran: los Campesinos libres; dueños de tierras libres de impuestos, no tenían que pagar parte de la cosecha al señor, aunque sí el diezmo. Los Siervos; eran campesinos semilibres, adscritos a la tierra; entregaban parte de la cosecha al señor y trabajan en la reserva señorial. Los Jornaleros; no tenían tierras; podían moverse libremente, pero solo cobraban un jornal o salario por su trabajo.
Los campesinos vivían limitados, a expensas de los rendimientos de cosechas que solían ser malas. La mortalidad infantil y la mortalidad entre ancianos era muy alta, así como las muertes de mujeres en partos. La participación en labores agrarias comenzaba desde la niñez y se extendía hasta la vejez. La alimentación de los campesinos era pobre e insuficiente. La caza y la recolección de frutos eran complemento de su dieta.
Durante el Feudalismo, La Iglesia cumplía un papel fundamental justificando una situación en la que la nobleza y el clero se beneficiaban del trabajo de los campesinos y sancionaba esa situación como el orden natural de las cosas, queridas por Dios. Un ejemplo de ello, fue la teoría desarrollada por el Monje Adalberón, que se fundamentaba en una sociedad a imagen de la Trinidad Divina, dividida en tres órdenes, los que rezan (clero), los que luchan (nobles) y los que trabajan (tercer estado).
La Iglesia anheló al poder político y al dominio universal sobre reyes y emperadores desde el siglo XI. El Papa actuaba como un rey más en los Estados de la Iglesia, situados en Italia. Los Señoríos eclesiásticos se extendieron por Europa y gran parte de los impuestos que allí se cobraban, llegaban a Roma. Así mismo, El Papa disponía de dos armas temibles frente a reyes y emperadores: la excomunión y el anatema o condena moral. Ambas podían hacer que el rey o el emperador perdiese su poder y rechazado por sus vasallos.
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