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LA SOCIEDAD FEUDAL Y EL INDIVIDUO


Enviado por   •  6 de Diciembre de 2011  •  2.578 Palabras (11 Páginas)  •  2.680 Visitas

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LA SOCIEDAD FEUDAL Y EL INDIVIDUO

Según Wikipedia, la enciclopedia libre; denomina feudalismo a la organización social, política y económica basada en el feudo que predominó en la Europa occidental entre los siglos IX y XV. Se trataba de propiedades de terrenos cultivados principalmente por siervos, parte de cuya producción debía ser entregada en concepto de "censo" (arriendo) al amo de las tierras, en la mayoría de los casos un pequeño noble (señor) nominalmente leal a un rey.

La sociedad feudal estaba estructurada de la siguiente forma: En una primera división, se encuentra el grupo de los privilegiados, todos ellos señores, eclesiásticos o caballeros. En la cúspide se hallaba el Rey, después el Alto Clero integrado por arzobispos, obispos y abades y el Bajo Clero formado por los curas y sacerdotes, y por último la nobleza. Es este grupo de privilegiados el que forma los señores y los caballeros, y éstos últimos a su vez podían ser señores de otros caballeros, dependiendo de su poder y de la capacidad de subinfeudar sus tierras. El Alto Clero, además de las tareas que dentro de los tres órdenes le habían sido encomendadas, la guía espiritual y sostener la doctrina moral que mantenía el feudalismo, podían ser a su vez señores y entregar parte de sus bienes para la defensa de su comunidad. Los privilegiados no pagaban impuestos.

Los no privilegiados eran la burguesía, los artesanos, los sirvientes y los campesinos, que se subdividían a su vez en colonos y aldeanos. A éstos correspondía el sometimiento a la tierra y, por tanto, a quien de ella dependiera, trabajándola y entregando una parte de sus frutos al señor, o bien, en el caso de artesanos y burgueses, debían obediencia a quien les garantizaba la defensa de la ciudad y la entrega de bienes o dinero.

El Feudalismo, se caracteriza por ser la tierra el principal elemento que determina la existencialidad social del conjunto humano que lo vive; en donde quien detenta la propiedad y posesión de la tierra, legitimada por la nobleza, es también propietario, de quienes la habitan sin ser propietarios. A estas personas que habitaban las tierras sin ser propietarios, en el Feudalismo se les llama "siervos" de la tierra. Por consiguiente los campesinos habitantes de las tierras de la nobleza feudal eran siervos, forma social que trascendía las formas esclavistas. En el Feudalismo, el siervo no era propiedad del señor, sino en cuanto habitaba su tierra. Ya que campesino y Tierra formaban una unidad objeto de propiedad del señor feudal.

El individuo en la sociedad esclavista era considerado como un objeto o herramienta de trabajo, que pertenecía y era mantenido por el esclavista. Mientras que en el Feudalismo, el individuo (siervo) y la tierra se fusionan en uno solo, dándole el sentido de pertenencia al señor dueños de las tierras; donde el siervo es mantenido por su trabajo de la tierra.

El señor feudal, como dueño tanto de la tierra como del individuo (el siervo) tiene "derecho" al trabajo de éste en el momento y en las condiciones que lo necesite para su servicio. Pero, el siervo tiene su propio "tiempo" y esto lo convierte en un potencial "individuo libre"; ese "tiempo" es el piso sobre el cual la contradicción siervo-señor feudal va a desenvolverse en contra del último en un proceso de desarrollo de las artes manuales del siervo que lo van liberando de la dominación feudal y convirtiéndolo en "maestro", "comerciante" y, finalmente, "burgués".

El elemento fundamental, sobre el cual se asienta institucionalmente el dominio feudal, elemento que también se encuentra en los demás modos de producción históricos, es lo ideológico. Los siervos, siendo más numerosos que la nobleza que los oprime, no se levantan contra ella, porque consideran que ella tiene legitimidad providencial, teocrática. Los siervos no pueden comprender la causa real de la autoridad de la nobleza ni la del clero, porque no pueden adquirir los elementos ideológicos que posibilitarían conocerla; los siervos se encuentran bajo el peso de la necesidad material y cultural de su momento histórico y, por ello, apenas si producen rebeliones violentas de carácter instintivo que son liquidadas por la nobleza en forma brutal.

Es la tierra el elemento principal en el modo de producción feudal y ello genera las manifestaciones sociales y políticas de esos pueblos. A la guerra de los cien años (tiene como causa el enfrentamiento entre la casa real de Inglaterra y la casa real de Francia por las posesiones de Guyena y Flandes, provincias claves en el comercio de Europa con otras partes del mundo conocido en ese entonces), sigue la guerra de los treinta años, en la que se libra una violenta lucha entre los pueblos bohemios y checos contra la hegemonía germánica, iniciada con la rebelión de Praga (1.619); luego la guerra de los siete años (1.756-1.763), iniciada por Prusia en momentos en los cuales Inglaterra y Francia se enfrentaban por la hegemonía de los mares y por las rutas terrestres del comercio internacional. La guerra de los siete años anticipa ya lo que vendría en el siglo siguiente en las luchas por el derrocamiento de las monarquías por parte de la burguesía.

Todas esas guerras citadas fueron expresión de las contradicciones propias del Feudalismo en vía de su propia liquidación histórica, en forma parecida a como sucedió con el esclavismo y a como sucederá con el capitalismo en la forma que ya veremos. Dentro de este proceso histórico del modo de producción feudal, se van desarrollando los elementos que conformarán el siguiente paso histórico, el Capitalismo. El derrumbe del Feudalismo se produce en Inglaterra de una forma diferente a como se desenvuelve en Francia. Pero, nos interesa la forma como se derrumba el Feudalismo en Francia ya que se convirtió en el detonante de una serie de revoluciones que transformaron completamente el panorama histórico de todo Occidente. La Revolución francesa suprimió solemnemente "todos los derechos feudales" en la noche del 4 de agosto de 1789 y "definitivamente el régimen feudal", con el decreto del 11 de agosto.

Las instituciones propias del feudalismo penetraron profundamente en América Central y del Sur por cuanto la conquista española se hizo en pleno modo de producción feudal; en consecuencia, en las regiones conquistadas por España, se implantó, en primer lugar la religión cristiana católica y en segundo lugar, las instituciones españolas propias de su modo de producción; sin embargo, la imposición absoluta de dichas instituciones era imposible; la forma en que se imponen, fue a través de una especie de mezcla con las formas económicas, sociales y religiosas que las sociedades indígenas poseían. El mestizaje español

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