Individuo Y Sociedad
Enviado por narfea • 10 de Agosto de 2011 • 550 Palabras (3 Páginas) • 1.287 Visitas
Sociología, individuo y sociedad
Del animal social a la sociedad de individuos • Filosofía
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El pensamiento humano se organiza a menudo en torno a oposiciones conceptuales. El choque, el antagonismo y la contradicción son sin duda uno de los lugares comunes del pensar. El color del cristal con el que se piensa nos lleva a un punto de vista u otro y no siempre es fácil encontrar puntos intermedios (otra de las estrategias de la razón, por cierto). Algo de esto es lo que pasa con el individuo y la sociedad. El uno no se puede entender sin la otra, y viceversa. Sin embargo, eso no impide que una de las preguntas de fondo que subyace a toda sociología sea si se puede entender la sociedad simplemente como una mera suma o agregado de invididuos, o si, por el contrario, la interacción social provoca el surgimiento de una nueva realidad, un nuevo todo o unidad que debe ser estudiado desde una perspectiva propia y específica. Pregunta que podríamos considerar secundaria pero que es imprescindible responder (de una u otra forma) para poder fundamentar otros conceptos más cercanos: desde el cambio social a la responsabilidad.
La tendencia “clasica” arranca ya en las teorías políticas de los filósofos griegos. El surgimiento de la polis como centro aglutinador de la vida feliz y auténticamente humana prolongará su sombra durante siglos, en los que el individuo será considerado como producto más de la sociedad. Allá por el siglo XIX, cuando la sociología trata de convertirse en ciencia, la sociedad es interpretada como un todo con sus propios mecanismos de funcionamiento. Los grupos sociales son responsables de los cambios y el análisis (descriptivo o normativo, igual da) de la sociedad debe centrarse en el todo. Se asume entonces que la suma de individuos produce un nuevo todo, con características específicas que no pueden ser explicadas sólo desde una perspectiva individual. Quizás sin darnos cuenta, este enfoque subyace a muchas de nuestras ideas y opiniones cotidianas: “La sociedad produce tal comportamiento”, “la sociedad impide tal cosa”, “la sociedad hace tal otra”. La sociedad como protagonista, como suelo en el que nos desenvolvemos vitalmente y del que no es posible desprenderse.
En las antípodas de este pensamiento: “la sociedad no está en mi diccionario“. Quien sabe si como consecuencia del liberalismo, la sociología comenzó a adoptar una perspectiva individualista: a fin de cuentas la sociedad no es más que la suma de los invididuos que la componen, y ninguna de sus características tiene una particularidad o especificidad exclusiva, imposible de explicar en función de las creencias, deseos, comportamientos o actitudes individuales. Los cambios sociales son consecuencia del encadenamiento y organización de acciones y decisiones individuales, el “todo social” se diluye en los individuos que lo componen.
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