SUCEDIO EN COLORES
Enviado por L1L15OKKU • 4 de Marzo de 2014 • 1.580 Palabras (7 Páginas) • 388 Visitas
Es un cuento de cinco historias diferentes, donde la autora se inspira en los colores rojo, blanco, amarillo, verde y negro para representar las emociones de sus personajes. El rojo representa el amor entre Diablo y Rubilda una joven bruja de una larga trenza roja que se hacía pasar por una vendedora de manzanas en un mercado y donde el rojo, resaltaba en los distintos productos que allí se vendían. Diablo estaba enamorado desde hacía un año de Rubilda, pero su timidez era un serio impedimento para expresarle sus sentimientos. La vieja madrina de Diablo le dio a éste, una receta mágica para conquistar el amor de Rubilda, pero no le funcionó y se puso muy triste sin imaginar que Rubilda tramaba exactamente el mismo plan para él. Rubilda si tuvo éxito en la receta mágica y ambos unieron su amor para siempre. El Blanco representa la paz y armonía que un viejo abuelo esquimal transmitía a través de sus mágicas historias. Esta vez, la historia relataba el origen de las formas de la luna. El abuelo relató que hace muchos años la tundra estaba dominada por dos poderosos animales: el lobo y el oso polar. Cada uno disponía y mandaba sobre una mitad de territorio y aunque no se tenían aprecio, ambos se respetaban mutuamente y nunca pasaban los límites territoriales del otro. Ambos dominios estaban delimitados por un gran río y un día los dos feroces animales coincidieron en saciar su sed en él. El agua era tan clara y cristalina en la oscuridad de la noche que el reflejo de la luna apareció y no pudieron resistir el deseo de adueñarse de ella, pues creyeron que así, se definiría quien de los dos era el más poderoso y se lanzaron por ella. El lobo logró desprender un pedazo delgado en forma de uña y el oso lo que quedó de ella y desde ese día existen cuatro lunas: la luna entera, la luna del lobo, la luna del oso y entre una y otra, la luna muerta en recuerdo de lo que habia sucedió. El amarillo, representa la envidia de Ye-low, un poderoso emperador del lejano oriente que tenía por costumbre dormir a todas horas y en cualquier lugar, pero un caluroso día, Ye-low tuvo una horrible pesadilla que lo llevaría a su fin. Cada vez que el emperador intentaba dormir había una voz que lo despertaba diciendo “-Oye bien, Ye-low. Hay en este mundo alguien más venerable, más grandioso y más amado que tú. Y en día muy cercano, todos miraran su rostro mientras tú te arrastrarás derrotado bajo el peso de su esplendor…” Al principio Ye-low, no le dio importancia pero en la medida de la insistencia de la aparición de esta pesadilla su preocupación y su falta de sueño se fueron acrecentando hasta la locura. Ni habiendo enviado a sus soldados a matar a todo señor rico y poderoso de los alrededores pudo encontrar la calma, la falta de sueño, la angustia y la obsesión por saber quién era ese “misterioso alguien” que le robaría su lugar de emperador lo fue debilitando y su salud fue decayendo. Su paranoia lo obligó a desconfiar de todos los que lo rodeaban, en cada rincón del palacio desenvainaba la espada para luchar contra cualquier cosa que se le pusiera en frente. Ye-low arrastró su debilitado cuerpo hasta el sembradío de girasoles. Indiferentes a esta agonía, los girasoles estaban de cara hacia el cielo y Ye-low cayó de cara a la tierra, bajo el resplandor del poderoso sol, llorando su soledad y su locura. El verde representa la necedad y la soberbia de un matrimonio campesino de lechugas. Insistentemente, la esposa insistía sobre la preocupación que le causaban ciertos ruidos, pues para ella, esto era un aviso de que pronto llegaría una desgracia, pero para al campesino esas, solo eran conversaciones tontas. De lo único que quería saber, era del aprecio por los sembradíos de lechugas. Al llegar la noche el matrimonio se sentó en el porche de su casa a mirar sus hermosas hortalizas luego al campesino le surgió el antojo de las ricas aceitunas que su mujer preparaba así que su esposa le trajo un tazón lleno. La habilidad de escupir lo más lejos posible los carozos de las aceitunas era de familia y el hombre se divertía mucho con eso. Escupió uno de los carozos tan fuerte que fue a dar al estanque de una rana y la mató, el carozo el golpeo muy fuerte en la cabeza. Todo a su alrededor de la rana, lamentó su muerte, los árboles, las aves, etcétera y se armó un barullo que despertó a Esmeralda, prima
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