Sociología, Marx y el desarrollo de su teoría
Enviado por denispena • 5 de Julio de 2021 • Apuntes • 2.279 Palabras (10 Páginas) • 122 Visitas
Tecnicatura en Psicología Social - Segundo Tramo
Sociología
Pena, Denís
TAREA 4
1. Relacionar en un texto los conceptos de clases sociales, burguesía, proletariado, plusvalía, conflicto social y alienación según el pensamiento de K. Marx.
Marx va a pensar la materialidad histórica. Conforme a su estructura dialéctica, cada momento histórico es más que él mismo, lleva en sí su propia negación, como semilla que habrá de germinar en el momento oportuno; y tal oposición se manifiesta en la lucha de clases.
Marx encuentra dos clases antagónicas: la burguesía y el proletariado. El mundo burgués representa para Marx "la última forma antagónica" de la vida humana en su proceso de producción; antagonismo que se expresa en las formas de alienación.
El sujeto histórico que el marxismo viene a expresar es el proletariado que la burguesía ha creado en su desarrollo dialéctico al negar al feudalismo. “Negar” significa destruir: el proletariado va a hacer una revolución en la que va a combatir contra el orden burgués, lo va a superar y va a instaurar una sociedad sin clases, una sociedad sin explotación del hombre por el hombre. En la tercera instancia de la dialéctica, la síntesis superadora, un nuevo orden de igualdad que será el comunismo.
En esa nueva forma de sociedad que será la sociedad comunista, desaparecerán las clases, el hombre habrá superado la alienación, y en ella, y sólo en ella, el hombre podrá cumplir cabalmente su esencia; por eso dice Marx que sólo entonces comenzará la verdadera historia del hombre, el reino de la libertad, respecto de la cual toda la anterior debiera llamarse "prehistoria".
El proletariado industrial va a ser aquel que trabajando, llevando adelante su praxis, va a poder revolucionar la historia humana. Le corresponde la función especial de redimir a la humanidad entera; porque “burguesía” y “proletariado” no son clases en el mismo sentido. El proletario se distingue por el hecho de que, como clase, significa la negación de todas las clases. Los intereses de todas las otras clases son esencialmente intereses válidos en función de esa clase solamente, mientras que el del proletario es universal, pues desde el momento en que no tiene nada que perder, ya que no posee nada, su interés es el mismo para todos. El proletario no tiene propiedad ni beneficios que defender. Su única preocupación, la abolición del modo vigente de trabajo, es el interés de la sociedad como totalidad. Ello se expresa en el hecho de que la revolución comunista, en contraste con todas las revoluciones anteriores, no puede dejar en la servidumbre a ningún grupo social, porque no hay ninguna clase por debajo del proletariado.
Por otro lado, Marx plantea que la sociedad que él describe, analiza y critica, es una sociedad dividida en clases, y la sola vigencia de éstas, contradice la libertad, o la convierte en idea puramente abstracta; porque la "libertad" de cada uno, el ámbito o alcance efectivo de la actividad de cada individuo, está fijada por la clase a la que pertenece y por la relativa libertad que esta clase posea, sin tener en cuenta las capacidades o necesidades de cada uno: no es la misma la del proletario y la del burgués.
El marxismo nos propone releer la historia, no desde el desarrollo del espíritu hacia la autoconciencia, como se consideraba hasta entonces, sino (citando a Marx) “La historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases”. A lo largo de la historia se puede identificar claramente las clases en pugna junto a sus intereses contrapuestos. Y esta lucha de clases, que explota cada tanto, genera una revolución y el mundo cambia.
Los intereses de las clases dominantes y oprimidas son irreconciliables. Las clases dominantes siempre aspiran a conservar y consolidar el régimen económico existente, a fortalecer la explotación de los trabajadores. Las clases oprimidas luchan por el mejoramiento radical de su situación, por liberarse de la opresión y de la esclavitud.
Siguiendo la perspectiva marxista, la esencia del hombre depende de sus condiciones concretas de trabajo. En la sociedad que Marx vive, describe y critica, el hombre está “alienado”. Esto quiere decir que se encuentra “ajeno” a sí mismo desconociendo su esencia. En “Manuscritos económicos y filosóficos”, Marx dice: “el trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. Por eso el trabajador sólo se siente en sí (como en su propio hogar), fuera del trabajo, y en el trabajo fuera de sí. Está en lo suyo cuando no trabaja y cuando trabaja no está en lo suyo. Su trabajo no es, así, voluntario, sino forzado, trabajo forzado. Por eso no es la satisfacción de una necesidad, sino solamente un medio para satisfacer las necesidades fuera del trabajo. Su carácter extraño se evidencia claramente en el hecho de que tan pronto como no existe una coacción física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo como de la peste”.
Observamos así, en primera instancia, una enajenación del trabajador respecto a su propia actividad, porque siente como que no le pertenece.
En segundo lugar, el trabajador está alienado respecto del producto de su trabajo. Ese producto que el obrero ha creado, que ha ideado y luego materializado, no le pertenece a él sino al capitalista.
Se identifica, además, un tercer lugar en el que el obrero está alienado porque no puede elegir su trabajo, la forma de realizarse. No puede elegirlo libremente de la manera que él quisiera, sino que sólo obtiene el trabajo que se le da de acuerdo al lugar que ocupa dentro del proceso social de producción, lugar que a su vez está determinado por el sistema de producción, la forma de distribución de la riqueza y el poder.
Este sistema de producción, que en su esencia resume la explotación y la acumulación capitalista, puede ser analizado también desde el concepto marxista de la plusvalía.
Este términos es básicamente el valor no pagado del trabajo del obrero que crea un plusproducto del cual se hace propietario el empresario.
Es decir, al trabajador se le paga menos de lo que realmente produce. Entonces, la diferencia entre lo que realmente produce y su salario es lo que se conoce como plusvalía. Esta plusvalía constituye la ganancia extra del empresario. Este plusvalor al ingresar al mercado se convierte en mercancía y se vende, convirtiéndose en dinero que no retorna a los bolsillos del empleado en manera de sueldo.
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