Teléfonos De México

Se vive en estos momentos una profunda reestructuración productiva a nivel mundial. El concepto de productividad no tiene el mismo significado para todas las teorías económicas. Sus indicadores son: los valores producidos por trabajador y número de unidades físicas por obrero. Desde el punto de vista marxista el significado de productividad es el de generación de más valores de uso sin mayor desgaste de fuerza de trabajo. Cabe diferenciar entre la productividad y la intensificación del trabajo; la productividad refieres al mecanismo de la acumulación del capital, mientras que la intensificación del trabajo es un mecanismo propio de la plusvalía absoluta.

En los inicios de la telefonía se conectaba un teléfono directamente con otro para lograr la comunicación entre ambos.

En Telmex se buscó como en cualquier empresa eficientar su servicio, para así hacerlo más competitivo y por ende aumentar su mercado y sus ganancias. En la búsqueda de esta “mejoría”, el trabajo que conllevaba la comunicación entre un par de aparatos telefónicos se hizo cada vez mas automatizada y digital. Esto, evidentemente, eficientó el trabajo, haciéndolo menos complicado –a diferencia de la red malla que se empleaba al principio- A su vez causó el desempleo a varias operadoras, y destinó a las operadoras de las que no se prescindió a un trabajo meramente manual y rutinario.

La empresa de Teléfonos de México realizó unos estudios de mercado con el fin de saber hacia dónde encaminar su innovación tecnológica. Telmex busca ampliar su oferta de mercado, así como también eficientar costos. Dentro de los costos que se pueden reducir esta el que refiere a los trabajadores de mantenimiento –sindicalizados-, ya que en el sistema digital se busca un control centralizado que simplifique, supervise y eventualmente sustituya los trabajos de operación y mantenimiento. De esta manera, los costos de mantenimiento y operación están en función de los niveles salariales, y la capacidad del capital de valorizarse es encuentra determinado por la capacidad de la clase obrera para resistir a la explotación

Esta confrontación entre capital y trabajo en el proceso en torno al problema de la valorización toma la forma de lucha por el control de tiempo de producción, el cual nunca es solamente una constante tecnológica, sino que es el resultado de la relación de fuerzas entre capital y trabajo al interior del proceso de trabajo. Reestructurar tecnológicamente significa recomponer a la clase obrera, así como modificar sus capacidades de resistencia a la explotación al nivel del proceso de trabajo.

Por otro lado, la digitalización supone la aparición de tareas de mantenimiento y calificaciones inexistentes en el antiguo sistema.

En general, lo que se busca como empresa es tener mayor control sobre los tiempos de producción.

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