Teoria Analitica De Las Ciencias
Enviado por clickcrack • 22 de Septiembre de 2013 • 1.953 Palabras (8 Páginas) • 1.147 Visitas
Teoria Analitica de las Ciencias
La totalidad social tiene fundamento sobre la particularidad, ya que dicha totalidad tiene su propia esencia en el movimiento de lo particular; es decir todo lo particular es la base fundamental para que exista un sistema. Tanto particularidad y sistema son reciprocos y solo de esta forma pueden ser cognoscibles. Adorno concibe a la sociedad como una totalidad, mas sin embargo no la concibe como una suma de particularidades, es decir, no la interpreta orgánicamente (conjunto de individuos que tienen una funcion en particular). Se puede decia que las afirmaciones que apuntan a sobre lo que es la totalidad social, solo tienen validez hoy como idelogia.
La ilustración dialectica tiene como creencia que el proceso de investigación organizado por los sujetos pertenece, en virtud de los propios actos cognoscitivos, a la trama objetiva cuyo conocimiento se busca .Esta creencia presupone la sociedad como totalidad y presupone, tambien, unos sociologos que se reflejan a partir de su interrelacion. La diferencia entre totalidad y sistema en relacion a la observancia analitica no puede ser directamente designada, porque en el lenguaje de la logica formnal seria disuelta ,mientras que en el de la dialectica habria de ser superada. Dentro de estas dos formas tipicas de ciencia social; una se limita al uso del concepto funcionalista de sistema en tanto que la otra se aferra al concepto dialectico de totalidad. De estas dos se desprende cuatro diferencias caracteristicas:
1.-Se puede entender que el concepto de sistema aplica a una trama interdependiente , es decir, son interpretadas como relaciones entre variables de comportamiento social(se puede explicar como el comportamiento de un ente social afecta a toda la sociedad). la exigencia de elegir los supuestos básicos sim¬plificados de tal modo que permitan la derivación de supuestos icgaJes empíricamente significativos. En ocasiones se dice que la teoría ha de ser “isomórfica” respecto de su campo de aplicación; pero el giro mismo no deja de inducir a error. Porque,a decir ver¬dad, no tenemos el menor conocimiento acerca de una supuesta correspondencia ontológica entre categorías científicas y estructu¬ras de la realidad. Las teor.ías son esquernas de órdenes que cons¬truimos dentro de un marco sintáctico determinado, es decir, de acuerdo con sus estipulaciones.
Y se revelan como aplicables a un dominio especial de objetos siempre que multiplicidad y diver¬sidad reales se sometan a ellas. Toda reflexión que no se resigne a ello pasa por inadmisible.
Eduardo Vidal Silva
Toda teoría dialéctica se hace, sin embargo, culpable de esta falta de resignación. Duda de que la ciencia pueda proceder en lo tocante al mundo que los hombres han edificado con la misma indiferencia con que lo hace.
Por supuesto que las relaciones institucionalmente cosificadas son aprehendidas en los reticulos de los modelos cien¬tífico-sociales similarmente a tantas y tantas irregularidades empiricas. Ahora bien, tan pronto como el interés cognoscitivo va más allá del dominio de la natu-raleza, lo que en este caso quiere decir: más allá de la manipula¬ción de ámbitos naturales, la indiferencia del sistema respecto de su campo de aplicación se transforma en una falsificación del obje¬to.
En el campo de la naturaleza, la trivialidad de los conocimientos verdaderos no tiene ningún peso; en las ciencias so¬ciales, sin embargo, hay que contar con esa venganza del objeto en virtud de la cual el sujeto, todavía en pleno proceso cognoscitivo, se ve coaccionado y detenido por los imperativos y necesidades propios, precisamente, de la esfera que se propone analizar. La ciencia social pierde asi, al mismo tiempo, su presunta libertad de elección de categorías y modelos. La interrelación hipotético-deductiva de enunciados es sustituida por la explicación hermenéutica del sentido; en lugar de una correspondencia biunívoca entre símbolos y significados, unas cate¬gorías, previamente comprendidas, que obtienen sucesivamente, y de manera inequívoca, su determinacion en virtud del valor de su posición en el conjunto desarrollado. A las teorías de este tipo mas ágil les es po¬sible aprehender reflexivamente en la organización subjetiva del aparato científico, de tal modo que ellas mismas pueden seguir siendo consideradas como un momento del conjunto objetivo que someten a su vez a análisis.
2.- Con la relacion entre la teoría y su objetivo varía también la relación existente entre teoría y experiencia. Los métodos em¬pírico-analiticos únicamente toleran un tipo de experiencia, defi¬nida por ellos mismos. Tan sólo la observacion controlada de un determinado comportamiento físico, organizado en un campo ais¬lado en circunstancias reproducibles por sujetos ella cualesquiera per¬fectamente intercambiables. Éstos representan la base empí¬rica; Ciencias empíri¬cas en sentido estricto son, pues, aquéllas cuyos enunciados discu¬tibles son controlados por medio de una experiencia. A ello se opone una teoría dialéctica de la sociedad.
Pero las consideraciones de este tipo provienen, en ultima instancia, del fondo de una experiencia acumulada precientíficamente, que aun no ha arrojado de sí el suelo de resonancia de un entorno social cen¬trado en una
Eduardo Vidal Silva
historicidad vital o, en otras palabras, la formación y cultura adquiridas por el sujeto entero, al modo de un elemento meramente subjetivo. Porque, en definitiva, incluso en ese estadio en el que la empiria, en su condición de observación orga¬nizada, se ha separado ya totalmente del pensamiento, un pensamiento reducido a enunciados hipotéticamente necesarios, al que se enfrenta como una instancia ajena, ha de poderse contar con la conformidad; ni siquiera una experiencia tan restringida ha de ser discutida por la teoria dialéctica. No todos sus teoremas resultan susceptibles de traduccion al lenguaje formal de un complejo hipotético-deductivo.
3.- La relación entre teoría y experiencia determina también la relación entre teoría e historia. Tanto si se trata de un determinado material histórico como de unos fenómenos particulares de la naturaleza. . Una ciencia que aspire a merecer tal título, en sentido estricto, ha de proceder en ambos casos genera1izadoramente; y las dependencias legales que fija son, atendiendo a su forma lógica, fundamentalmente iguales. Como contrastamos una teoría a base de comparar los aconteci¬mientos predichos con los
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