Teoria De La Iluminación De Agustin De Hipona
Enviado por Alondrini16 • 12 de Junio de 2013 • 969 Palabras (4 Páginas) • 650 Visitas
LA TEORIA DE LA ILUMINACION DE AGUSTIN DE HIPONA
INTRODUCCIÓN
San Agustín de Hipona pensaba que no podemos percibir la verdad inmutable de las cosas a menos que éstas estén iluminadas como por un sol. Esa luz divina, que ilumina la mente, procede de Dios, que es la "luz inteligible", en la cual, y por la cual, y a través de la cual, se hacen luminosas todas aquellas cosas que son luminosas para el intelecto.
DESARROLLO
Como buen platónico, consideraba que el conocimiento es la aprehensión de un objeto que no cambia. Las verdades, a las que accedemos por el pensamiento, son puramente inteligibles, necesarias, inmutables y eternas.
Como buen cristiano, Agustín tenía serias dificultades para explicar la presencia en el alma humana de estas verdades. Si afirmamos que nuestro conocimiento proviene de las sensaciones, ¿cómo explicar que de la percepción de estos objetos mudables y pasajeros obtengamos verdades inmutables y eternas? Incluso nosotros mismos no podemos ser el origen de estos conocimientos verdaderos, porque también somos contingentes y mudables. Por otro lado, sería contrario a la fe cristiana recurrir a la afirmación de la preexistencia del alma, sosteniendo que el alma adquirió el conocimiento de las ideas al contemplarlas en el mundo inteligible antes de unirse al cuerpo.
Agustín explicaba la presencia en el alma humana de esos contenidos inmutables y eternos mediante su "Teoría de la Iluminación". El siguiente cuadro presenta en forma esquemática dicha teoría.
Creador
Dios es el ser mismo. Influido por la tradición platónica, Agustín entendía al ser como "mismidad", como inmutabilidad. Lo que más merece el nombre de "ser" es lo que no cambia, lo que permanece siempre igual, lo que no transita el paso del ser al no ser y del no ser al ser. Por eso Dios es aquel de quien se puede predicar con mayor propiedad el ser, porque es lo único inmutable.
Criaturas
Todo lo demás es contingente y mudable, podría no haber existido nunca y, una vez que existe, se halla sometido al cambio.
Salto ontológico
En Agustín esta línea demarcatoria se encuentra entre el Creador y lo creado. Esto tiene una importancia crucial para la teoría del conocimiento de ambos. En Plotino, las ideas están en el Nous, que es el primer dios, el primer ser que procede del Uno, y que se halla por tanto en el ámbito de la multiplicidad, el mismo en el que se encuentra el alma humana. De ahí que para Plotino, como para Platón, el hombre conoce por con-naturalidad: él, que es el dios inferior, conoce las ideas en el más alto de los dioses, el Nous. En Agustín, por el contrario, las ideas son consustanciales a Dios y se hallan, por lo tanto, del otro lado de la línea. El alma humana entonces no puede acceder a ellas por sí misma. ¿Cómo podría la criatura, contingente y mudable, acceder a las ideas, necesarias e inmutables?
Padre
Dios, que es uno, se despliega sin sucesión de tiempo
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