Teoria Del Estado De Hobbes Y Kant
Enviado por enaniela • 30 de Octubre de 2013 • 758 Palabras (4 Páginas) • 422 Visitas
Hobbes se mantuvo en una postura neutra entre ambos bandos ya que si bien afirmaba que la soberanía está en el rey, su poder no provenía de Dios. En un sentido muy general, su pensamiento filosófico pertenece a la corriente del racionalismo materialista que tiende a explicar todos los fenómenos observables mediante elementos o causas accesibles a los sentidos y a la razón. Por otra parte, sin embargo, Hobbes sostenía que el hombre está regido por las leyes del Universo. En estos dos conceptos su pensamiento es parecido al de Benedict De Spinoza aunque se diferencia en gran medida de éste por un determinismo dinámico, ya que según Hobbes, el hombre se mueve continuamente para alcanzar sus deseos. Este movimiento se clasifica en dos tipos: de acercamiento (el hombre siempre se acerca a las cosas que desea) y de alejamiento (el hombre se aleja de las cosas que ponen en peligro su vida). Así dice que la sociedad está siempre en movimiento.
Sin duda alguna, su obra más importante es el "Leviatán o la materia, forma y poder de una república eclesiástica y civil" que es un monumental tratado sobre la naturaleza humana y sobre cómo se organiza la sociedad. Partiendo de la definición de hombre y de sus características, explica la aparición del derecho y de los distintos tipos de gobierno que son necesarios para la convivencia en la sociedad. Considera al Estado como un acuerdo natural entre los poderosos o gobernantes y los súbditos que beneficia a ambos.
Las leyes de naturaleza, en suma, la de haz a otros lo que quieras que otros hagan para ti, son por sí mismas, cuando no existe el temor a un determinado poder que motive su observancia, contrarias a nuestras pasiones naturales, las cuales nos inducen a la parcialidad, al orgullo, a la venganza y a cosas semejantes. Los pactos que no descansan en la espada no son más que palabras, sin fuerza para proteger al hombre, en modo alguno. Por consiguiente, a pesar de las leyes de naturaleza (que cada uno observa cuando tiene la voluntad de observarlas, cuando puede hacerlo de modo seguro) si no se ha instituido un poder o no es suficientemente grande para nuestra seguridad, cada uno fiará tan sólo, y podrá hacerlo legalmente, sobre su propia fuerza y maña, para protegerse contra los demás hombres. En todos los lugares en que los hombres han vivido en pequeñas familias, robarse y expoliarse unos a otros ha sido un comercio, y lejos de ser reputado contra la ley de naturaleza, cuanto mayor era el botín obtenido, tanto mayor era el honor. Entonces los hombres no observaban otras leyes que las leyes del honor, que consistían en abstenerse de la crueldad, dejando a los hombres sus vidas e instrumentos de labor. Y así como entonces lo hacían las familias pequeñas, así ahora las ciudades y reinos, que no son sino familias más grandes, ensanchan sus dominios para su propia seguridad, y bajo el pretexto de peligro y temor de invasión, o de la asistencia
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