Teoria Del Estado

Introducción

El desarrollo de la ciencia política a través de la historia, está constituido por varios pensamientos, doctrinas, hechos e ideas políticas, en este ensayo trataremos los capítulos III y IV del libro “Teoría del estado” de Francisco Porrúa Pérez, el cual nos narra la evolución de la ciencia política en las diferentes etapas y pueblos a lo largo de la historia como lo son entre otras: Asia oriental, el antiguo oriente, Grecia, Roma, los inicios del cristianismo y la edad media.

Para el mejor entendimiento el autor plantea con detalle cada una de las mencionadas etapas, proponiéndonos para el estudio los hechos y las ideas políticas de la Asia oriental, la organización política del antiguo oriente, trasladándose posteriormente a los hechos políticos de Grecia así como su organización y ciencia política; la doctrina de algunos de sus pensadores como Sócrates, Platón y Aristóteles. Dando paso a la comunidad política romana, su pensamiento político y representantes y desde luego su legado.

En el capítulo IV el autor comienza con la edad moderna; los principios políticos del cristianismo, San Agustín y su pensamiento político, la Edad Media, Santo Tomas su ley y su pensamiento político.

De los puntos anterior están constituidos los capítulos mencionados materia de este ensayo, a continuación cementare algunas de ellas.

Desarrollo

La historia política es una disciplina fundamental para la teoría del estado, consta de dos ramas: historia de los hechos políticos y la historia de las ideas políticas, las cuales por su aporte de los datos relativos al desenvolvimiento de la sociedad política en el tiempo y en el espacio son de gran interés para el estudio de la teoría del estado.

El hecho político notable en Asia oriental lo encontramos en China a partir del siglo VIII antes de la era común y consistía en la existencia de sociedades políticas gobernadas por un monarca. La institución de esa monarquía se perpetuo de forma hereditaria por la sucesión de las familias en el poder , las cuales se les conocen como dinastías imperiales, teniendo como característica que la investidura del emperador estaba asociada a un marcado carácter religioso, asegurando así su absoluto poder.

Con el paso de los años apareció el feudalismo dividiendo el ejercicio del poder, el cual recayó en una multitud de señores feudales trasladando al emperador en una figura simbólica.

Las ideas políticas en Asia oriental esta representado por los pensadores Confucio y Lao Tse. Estos pensadores que vivieron en la época del feudalismo que se caracterizo por la decadencia y corrupción de las costumbres, contrastando con la alta moralidad de dichos personajes que pretendían se reinstituyera un concepto ético de la vida y la sociedad, llegando a convertirse en épocas posteriores en la doctrina oficial del imperio chino, que con la destrucción del régimen feudal en el siglo III volvió al absolutismo de sus monarcas.

En el Antiguo Oriente se caracteriza por tener un Estado Despótico o Estado Teocrático, sin embargo no implicaba la ausencia total del orden jurídico aunque si era muy limitada, por ejemplo si un individuo deseaba tener un puesto público se requería que perteneciera a una clase o casta privilegiada.

Dentro de esa organización política existían dos tipos fundamentales; primero: el soberano es representante del poder divino y segundo: el poder del soberano se encuentra subordinado al poder divino. Así pues la teocracia puede significar en el primer caso, el fortalecimiento del poder del monarca, y en el segundo, su disminución, por el hecho de crear frente a la autoridad, una clase sacerdotal con determinados privilegios, todos derivados de la interpretación de la voluntad divina.

Cabe mencionar que la relación entre las clases sacerdotales y el poder varían de acuerdo con las creencias religiosas; de esta forma, en el primer tipo de organización política oriental, el soberano representa el poder divino, el derecho del individuo no existe y la sociedad parece estar sujeta a un poder superior que la domina, es decir, la organización política necesita de un elemento externo como lo es la divinidad, para adquirir su capacidad de vida. En el

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