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Teoría Política


Enviado por   •  6 de Diciembre de 2011  •  2.328 Palabras (10 Páginas)  •  688 Visitas

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Teoría política

La República, la mayor obra política de Platón, trata de la cuestión de la justicia y por lo tanto de las preguntas ¿qué es un Estado justo? y ¿quién es unindividuo justo?

El Estado ideal, según Platón, se compone de tres clases. La estructura económica del Estado reposa en la clase de los comerciantes. La seguridad, en los militares, y el liderazgo político es asumido por los reyes-filósofos. La clase de una persona viene determinada por un proceso educativo que empieza en el nacimiento y continúa hasta que esa persona ha alcanzado el máximo grado de educación compatible con sus intereses y habilidades.

Los que completan todo el proceso educacional se convierten en reyes-filósofos. Son aquellos cuyas mentes se han desarrollado tanto que son capaces de entender las ideas y, por lo tanto, toman las decisiones más sabias. En realidad, el sistema educacional ideal de Platón está, ante todo, estructurado para producir reyes-filósofos.

Asoció las virtudes tradicionales griegas con la estructura de clase del Estado ideal. La templanza es la única virtud de la clase artesana, el valor es la virtud de la clase militar y la sabiduría caracteriza a los gobernantes. La justicia, la cuarta virtud, caracteriza a la sociedad en su conjunto. El Estadojusto es aquel en el que cada clase debe llevar a cabo su propia función sin entrar en las actividades de las demás clases.

Platón aplicó al análisis del humana un esquema semejante: la racional, la voluntad y los apetitos. Una persona justa es aquella cuyo elemento racional, ayudado por la voluntad, controla los apetitos. Existe una evidente analogía con la estructura del Estado anterior, en la que los reyes-filósofos, ayudados por los soldados, gobiernan al resto de la sociedad.

La política platónica no ignora la realidad empírica ni se propone destruirla, sino que quiere asumirla, sólo que para ponerla en contra de ella misma. Lo decisivo del proyecto metafísico es la posición de un lugar fundante ?por encima? de lo dado. Los ámbitos de la realidad ? physis, pólis- que se habían presentado al pensamiento ?los presocráticos, los sofistas, los trágicos- con toda su densidad ontológica y preñados de movimiento, diferencias y contradicciones, ya no dan cuenta de sí y tienen que ser sostenidos desde otro lugar.

Platón sabe perfectamente que no hay otro lugar para la política que la polis empírica, pero le niega toda creatividad genuina. Su espontaneidad se convierte en el crecimiento de la multiplicidad y la apariencia. Ésta es la pesada herencia del platonismo (esto es, de la metafísica), que descalifica de entrada cualquier posibilidad de que lo dado pueda jugar desde sí, y le impone ser moldeado desde otro lado. La verdad tiene que ser encontrada en un lugar ?más arriba? y desde allí debe ser organizado lo inmediato. No importa la propuesta política concreta, el verdadero contenido es el establecimiento de estos planos. Con ellos se establece un horizonte ?autoritario? o ?totalitario? que pretende disolver toda particularidad y toda finitud positiva colectiva o individual. Dentro de ese horizonte no puede haber juegos de amor y lucha, ni crecimiento orgánico, ni deliberación y elección de fines finitos y múltiples, ni atención a la oportunidad (al kairós, clave de la política sofística). El dios, y no el hombre, es la medida de todas las cosas (Leyes 716c). Por supuesto, lo dado, lo sensible, lo empírico, el cuerpo, la ciudad de los hombres, es un dato primario e imposible de suprimir, y Platón lo sabe.

Política platónica: el hombre es un ser social que solo alcanza su perfección en la ciudad, de modo comunitario. El Estado es el único capaz de armonizar y dar consistencia a las virtudes individuales. Platón diseña la estructura de su República ideal compuesta de tres clases sociales: los filósofos, los guerreros y los artesanos. Los primeros tienen el mando y gobierno general, pues su virtud es la sabiduría, los guerreros velan por el orden y la defensa ( su virtud es la fortaleza ), y los artesanos, pueblo llano, son dirigidos por la templanza, virtud que ha de ser común a todos

INFLUENCIA DE LA FILOSOFÍA POLÍTICA DE PLATÓN Y ARISTÓTELES

Los condicionantes internos y externos de la filosofía política.

Aunque la presunción en la que se basaba la obra de Platón -que las relaciones humanas pueden ser objeto de estudio racional y ser sometidas a una dirección inteligente- o los principios éticos más generales de la teoría política de Aristóteles -la convicción de que el estado debe ser una relación entre ciudadanos libres moralmente iguales, mantenida con arreglo a la ley y basada en el consentimiento y la discusión más que en la fuerza- no han desaparecido nunca de la filosofía política europea. No obstante, la filosofía griega no ejerció influencia inmediata ni en el terreno práctico ni en el teórico.

Las ideas de Platón y Aristóteles se vinculaban estrechamente con el destino de la ciudad-estado. Cuando la polis fue sustituida por los más vastos imperios de Macedonia y Roma, quedaron al descubierto las premisas parroquiales de sus ideas: Entre ellas cabe destacar:

- de la homogeneidad racial de la población;

- la magnitud óptima de la comunidad política;

- y una estructura social que ofreciera a una parte reducida de la población tiempo disponible para los asuntos políticos.

La asociación en que pensaban era "política" por diversas razones:

- Llenaba necesidades que ninguna otra asociación podía colmar;

- Reflejaba una parte de la vida del individuo que éste vivía en común con otros hombres;

- Era un todo compuesto por contribuciones mensurables efectuadas por sus miembros.

Platón y Aristóteles eran conscientes de que ninguna ciudad griega había realizado los ideales que ellos creían implícitos en la ciudad-estado. De no haber tenido presente con toda claridad en sus pensamientos la necesidad de crítica y corrección, nunca habrían intentado analizar la sociedad en que vivían, ni distinguir sus perversiones de sus éxitos. Pero aunque el planteo fuese crítico, seguían creyendo que en la ciudad-estado se daban en cierta medida las condiciones necesarias para una vida buena. En consecuencia, su crítica era fundamentalmente amistosa.

La asociación, en suma era política porque se relacionaba con temas de interés común, y porque todos los integrantes tomaban parte en una vida común (la vida buena implicaba la participación en la vida del estado). La ciudad estado estaba concebida como moralmente autárquica.

Pero el miedo y la desconfianza a lo "externo" eran el acompañamiento psicológico de una incapacidad de pensar políticamente en términos de un área más

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