Tipos De Pensamiento

Adentrarse en el estudio del pensamiento no es una tarea sencilla, implica analizar un proceso que, a pesar de suceder dentro de la persona, pocas veces recibe nuestra atención como seres que, precisamente, actuamos en función del orden de una serie de ideas basadas en la reflexión acerca de la experiencia y los conceptos generados a partir de la realidad circundante, además de los factores inherentes a las capacidades intelectuales del individuo.

Durante el desarrollo del ser humano, diferentes estudiosos han tratado de explicar el acto de pensar y la complejidad de los factores que inciden en su evolución y perfeccionamiento, independientemente de sus múltiples características y formas de tipificarlo; sin

embargo, debido precisamente a su complejidad, los autores algunas veces coinciden en sus puntos de vista y otras más definen posturas opuestas en aspectos decisivos.

¿Cómo pensamos? Esta es una interrogante esencial que debe estar presente en nosotros, así como el deseo de saber qué tipo de pensamiento utilizamos con mayor frecuencia y cuáles aún requerimos desarrollar. Es importante reflexionar acerca del desarrollo de nuestro pensamiento, profundizar en la forma de explicarlo, de caracterizarlo, identificar y aprovechar la diversidad de sus cualidades generales y las que, desde la iniciativa personal podemos incrementar o perfeccionar con la aplicación de los mejores recursos disponibles en el entorno social y la toma de conciencia de los procesos más adecuados para potenciar su evolución. Hay ocasiones en que, ante una situación determinada, resulta más conveniente el uso del pensamiento lateral sobre el vertical; o bien, en muchos momentos de nuestra vida necesitamos hacer un uso complementario de las formas de pensamiento crítico y creativo.

En la presente Unidad, desde diversos enfoques vamos a definir y clasificar el pensamiento, resaltando sus distinciones y formas cotidianas de aplicarlo en nuestra vida personal, social, académica y laboral.

La palabra pensamiento tiene sus raíces latinas en el término pensare, que a su vez proviene de pendere, entre cuyos significados están: pensar, ponderar, medir, haciendo referencia al hecho de ponderar o medir las ideas que nos llegan.

Desde Heráclito y Parménides, los griegos destacaron el pensamiento humano como logos. Este término de significación compleja evoca no sólo la razón, sino también la palabra, el discurso y el lenguaje. Platón, y sobre todo Aristóteles, elaboraron amplia y profundamente esta dimensión lógica del pensamiento. El estagirita es el fundador de la lógica. Se valió del análisis del lenguaje para sistematizar las relaciones lógicas del pensamiento.

1.1. ¿Qué es pensar?

Pensamiento y lenguaje

El pensamiento y el lenguaje van íntimamente unidos. La dimensión lógica del pensamiento es su estructura formal racional. Aristóteles encontró que una buena parte del lenguaje tiene una estructura proposicional y a partir de ella puede sistematizarse la armazón lógica del pensamiento. Las unidades mínimas de esa estructura son los conceptos, éstos entran en determinada relación formando la proposición. No todas las oraciones son proposiciones, sino sólo aquéllas que afirman o niegan. El razonamiento, objeto principal del pensamiento lógico, se construye con proposiciones.

Contenido y esencia

Mientras que la lógica analiza la forma válida de los razonamientos, con independencia de su contenido, la ciencia, la experiencia y demás formas de conocimiento atienden a su contenido. El contenido o momento sustantivo de un pensamiento racional está dado en las proposiciones que integran el razonamiento o el argumento. Cada proposición nos informa algo de la realidad, y ello es el contenido del pensamiento. Un análisis completo del pensamiento racional no puede limitarse a su estructura formal o lógica. Es necesario evaluar la verdad o falsedad de las proposiciones; o cuando menos, su grado de verosimilitud. Si nuestro pensamiento racional se estructura en conceptos, y los conceptos pueden ser bien definidos, entonces importa su contenido, su sustantividad, su esencia. Platón llamó a esta esencia eidos.

- Aristóteles no pensó sólo desde la razón teórica, sino que lo hizo también desde la razón práctica. En la primera, pensamos en las cosas como son, su esencia y estructura; mientras que la segunda incluye como un momento constitutivo esencial una orientación hacia la acción. Por eso, Aristóteles incluye en la razón práctica tanto los principios de la ética como los de la política. Mediante la phrónesis (prudencia) aprehendemos los principios de la conducta humana, los cuales están inscritos en el Ethos, las costumbres y hábitos de la polis. El sabio, el hombre virtuoso, no sólo conoce los principios éticos y políticos sino que orienta su acción de acuerdo a ellos, actúa en conformidad con esos principios.

Platón definía el pensamiento como un “discurso que el alma tiene consigo misma sobre los objetos que examina”. Recordemos que el alma representa nuestra esencia y, en este caso, podríamos referirnos a lo más trascendental de nosotros, en el momento de discurrir sobre aquello que nos rodea. El pensamiento es algo interno, por eso se habla de un discurso con uno mismo.

- Todos poseemos la capacidad para examinar el propio pensamiento con relación al de los otros, para asumir un punto de vista y mediar otros pensamientos. Esto nos permite examinar un pensamiento desde la solución que otros lograron, aunque sea diferente a la propia. Facilita evaluar nuestros argumentos en contraste con las razones de otras personas y sus decisiones para definir cierto curso de acción, aunque uno hubiera decidido en forma distinta. Por último, nos permite encontrar puntos de vista armónicos entre personas con perspectivas diferentes.

- No obstante el carácter individual de la generación del pensamiento, también debemos resaltar que los seres humanos vivimos en sociedades con una cultura determinada, y de esa cultura aprendemos el pensamiento socialmente objetivado. Así, contamos con elementos para examinar el contenido social y biográfico en que se realiza la actividad del pensamiento y del que cual es una expresión. Este marco permite examinar nuestra ideología política en relación a la sociedad de la que formamos parte; reconocer los valores culturales relevantes para entender un hecho, o una interpretación, en el proceso de una discusión. Favorece delimitar que nuestro punto de vista social,

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