Toda mi vida

El no saber si dejarme llevar por lo que sé o por lo que veo, es un choque constante en mi conciencia acerca de lo que realmente me beneficia y lo que solo me da un "beneficio" temporal.

Saber en qué momento estoy siendo arrastrada hacia lo vano y saber detenerme no es algo sencillo porque siempre se me ha enseñado que es la manera correcta de vivir, que me importe más el cómo me veo que el cómo vivo, el qué piensan los demás, qué cómo me veo a mí misma.

De nada sirve presumir que estoy en un estado mental elevado, si lo que hablo solo es para impresionar a los demás, competir y no para buscar una convicción propia.

De qué sirve tener tantas cosas si cuando estoy sola lo único que siento es un vacío. De qué sirve tener una mentalidad sin límite alguno, si me limito a saber todo acerca de la vida de otros que no tienen nada que ver conmigo en vez de buscar en lo más profundo todo acerca de mi propia vida, ¿quién soy? ¿cuál es mi propósito en esta etapa?

De qué sirve compartir mi vida con alguien, si al final del día el motivo es sentirme menos sola.

De qué sirve tener conocimiento tan valioso, si al momento de tener que comprobarmelo, prefiero sentirme incapaz.

Poco a poco voy aprendiendo que la felicidad no está en lo que mis cinco sentidos perciben y nunca estará ahí, que la felicidad no está en demostrar ser mejor que nadie, que la felicidad no está en ser millonaria, ni en que alguien esté al pendiente de mí.

También poco a poco voy aprendiendo que el éxito no está en que los demás reconozcan mi capacidad, el éxito está en el momento en el que hago las cosas para mí misma, y en el momento en el que me doy cuenta que mi capacidad es infinita, finalmente, lo único que me detiene es el temor.

¿Realmente vengo a este mundo a hacer dinero y a limitar la definición de "éxito" a eso?

Por último poco a poco voy aprendiendo que la belleza no está en tener un rostro sin acné, o un abdomen sin grasa, mucho menos glúteos o senos grandes, en resumen todo aquello que se me ha inculcado sobre lo que un hombre o mujer piensa para poder hacerme compañía, la belleza está en eso que realmente soy, porque en el momento que estoy con alguien, no estoy conviviendo con su físico, estoy conviviendo con sus pensamientos, por lo tanto, la belleza está en el pensamiento, eso que nos hace ser únicos e inigualables, eso que te define y te hace ser quién eres cada día, eso que te empuja a progresar y querer el bien, eso que realmente va a trascender.

La perfección está en lo más profundo de mi ser, eso que puedo apreciar solo si dejo de poner atención en lo físico, está en demostrarme a mí misma que soy la mejor en todo aquello que quiera ser, en ser rica en conocimiento, ese conocimiento que realmente me llevará a descubrir quién soy y cuál es mi propósito, y en darme cuenta que no necesito de otros

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